El BBVA ha tomado la decisión de suprimir las cláusulas de indemnización por cese en sus cargos que tienen reconocidas los tres consejeros ejecutivos de la entidad, que se hará efectiva a partir de 2010 para el presidente, Francisco González, y en el momento que cumplan los 62 años para el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, y para el secretario general, José Maldonado.
En el informe sobre política de retribuciones del consejo del BBVA, remitido ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, se indica que la citada indemnización -en caso de su cese por causa que no sea debida a su voluntad o por jubilación- incluye el fondo de pensiones más una cantidad de cinco anualidades brutas.
En base a esto, para el pasado ejercicio esa indemnización ascendía a 70,5 millones para el presidente, 57,4 millones para el consejero delegado y 13,46 millones para el secretario general. Para el presente año, la cuantía de la indemnización se eleva a 80,8 millones para Francisco González, 60.9 millones para Goirigolzarri y 13,957 millones para José Maldonado.Por lo que se refiere a la retribución anual de los tres consejeros ejecutivos, en el citado informe se indica que bajó un 48,2% en el ejercicio 2007 respecto al año anterior como consecuencia de que en 2007 no percibieron el bono extraordinario del plan trienal de incentivos que se pagó en 2006. Así mientras ese último año cobraron un total de 29,44 millones de euros, en 2007 percibieron 10,57 millones.
De forma individualizada, Francisco González ganó el año pasado 5,08 millones (un 48,1% menos que los 9,77 millones recibidos en 2006), Gorigolzarri percibió 4,08 millones (un 49,2% menos que los 8,02 millones que ingresó un año antes) y la retribución de Maldonado fue de 1,41 millones (un 46,3% menos que los 2,63 millones de 2006). Si no se tienen en cuenta los bonos percibidos hace dos años, el sueldo de los tres consejeros ejecutivos fue un 13% mayor que en 2006. Este aumento se debe a que la retribución variable se incrementó en un 17,8%, ligada a los resultados del grupo y a la consecución de otros objetivos como la eficiencia, puesto que la retribución fija creció un 5%. El peso de la retribución variable sobre la total crece año a año para los consejeros ejecutivos. En 2007 representó el 64,05% del total en el caso de Francisco González, el 66,89% para Goirigolzarri y el 56% para Maldonado.
Asimismo, el banco tiene contraídas obligaciones en materia de previsión social (jubilación, invalidez y fallecimiento) con los tres consejeros ejecutivos. Para cubrir esos compromisos, a finales de 2007 tenía provisiones por un importe de 115,43 millones, un 10,3% más que en 2006. De esa dotación, 61,3 millones corresponden al presidente, 46,3 millones al consejero delegado y 7,1 millones al secretario general.
El destino de dichos fondos es hacer frente al pago de una pensión anual en el momento de la jubilación como consejeros ejecutivos. El presidente puede jubilarse de forma voluntaria a partir de los 65 años y los consejeros ejecutivos a partir de los 62 años. Por otro lado, la retribución total de los consejeros no ejecutivos creció el 1,6% en 2007, y la de todo el consejo un 10,1% si se excluye el bono percibido en 2006, y se reduce un 41,5% si se incluye.
Los comentarios están cerrados.