Los modelos de cultura están viviendo un punto de inflexión debido a la acelerada transformación y cambio de modelo de negocio, lo que conlleva una modificación previa en la mentalidad del líder para que genere de manera natural nuevos comportamientos. Según el estudio elaborado por Kingsley Gate Partners, Transformation & Leadership – beyond the new normal, el 55 % de los altos directivos considera necesario llevar a cabo un cambio en el liderazgo de la organización orientado a fortalecer aquellas capacidades esenciales que favorezcan la transformación. Según el estudio, los nuevos líderes tienen que contar con los siguientes rasgos: visión estratégica (20 %), habilidad de comunicación y flexibilidad (16 %), conexión con las personas y credibilidad de los líderes para lograr la adhesión al cambio. (14 %).
La transformación es una realidad y ya está sucediendo. El 81 % de los participantes en el estudio considera que la transformación del modelo de negocio de su empresa ya está en marcha y el 77 % opina que implicará necesariamente un cambio de la cultura corporativa. En este sentido, para el 84 % la cultura posee una importancia muy elevada como impulsor o como obstáculo para llevar a cabo una transformación de modelo de negocio. Para el 73% de los participantes, la transformación de la cultura tendrá un alto impacto en los perfiles y comportamientos de los líderes de la organización.
Una de las mayores preocupaciones de los encuestados es la necesidad, y escasez, de talento. Por ello, para poder atraer, comprometer y fidelizar a un talento cada vez más escaso y de alto valor para trabajar desde la creación e innovación, el 72 % de los participantes destaca como especialmente importante la Proposición de Valor para el Talento (PVT). En la investigación llevada a cabo por Kingsley Gate Partners, el aspecto más relevante del ambiente de trabajo es la cultura para el 26 % de los encuestados, seguido por la reputación de la compañía con un 19 %, en tercer lugar, el propósito y valores con un 15 %, la compensación, con un 13 % y, en última posición, un proyecto atractivo para el 11 % de los altos directivos.
Los modelos híbridos de trabajo han pasado a ser una parte primordial de las expectativas y deseos del talento con capacidad de elegir para un 87 % de los altos directivos. Su apoyo a los modelos híbridos es coherente con el foco en culturas que faciliten la creación e innovación, caracterizadas por valores de confianza, flexibilidad, agilidad, autonomía y baja aversión al riesgo. En cuanto a la consideración de las políticas sobre diversidad e inclusión como una dimensión relevante de la PVT, el 39 % sitúa a la diversidad generacional como la prioridad, seguida de la diversidad cultural (34 %) y la de género (26 %).
En el lado contrario, los aspectos que deben mejorarse de la PVT, de acuerdo con los encuestados, serían los planes de desarrollo y de carrera (29 %) y las políticas sobre flexibilidad y conciliación (18 %). Y entre los factores que consideran que impiden incorporar estos aspectos se encuentran, en primer lugar, las restricciones presupuestarias (38 %), seguido de la falta de consciencia sobre su relevancia (27 %), la falta de alineamiento del equipo directivo (18 %) y la falta de determinación para vencer la resistencia interna (11 %).
Para la elaboración de este estudio, Kingsley Gate Partners ha entrevistado a 538 altos directivos, a lo largo de más de 10 países y de 19 industrias diferentes.
El estudio concluye que la supervivencia de las organizaciones dependerá de su capacidad para responder con acierto a la necesidad de adaptarse, desde la cultura y el liderazgo, a un entorno en continuo proceso de cambio acelerado.
Los comentarios están cerrados.