Las empresas son pequeños ecosistemas en constante transformación que evolucionan al mismo ritmo que lo hace la sociedad, y al tiempo que avanzamos hacia una sociedad y una economía más centradas en las personas, también las organizaciones están viviendo un proceso de humanización. En este contexto, se imponen nuevos modelos de liderazgo más emocionales que fomentan el empoderamiento de los equipos y cultivan el compromiso y la motivación de los empleados. Así lo asegura Watch&Act, consultora española especializada en procesos de transformación empresarial.
Esta compañía ha desarrollado un modelo de gestión del compromiso denominado Fourflags©, certificado por el Ministerio de Economía y Competitividad como “modelo de excelencia organizativa”, que ya utilizan más de 600.000 profesionales y el 35% de las empresas del IBEX 35. Esta metodología está basada en un algoritmo que permite medir la energía que los empleados imprimen a su actividad profesional y, por añadidura, al desarrollo de las organizaciones.
Cada seis meses, Watch&Act analiza las variables que mueven a las personas a comprometerse con los objetivos de sus empresas, así como la evolución de los comportamientos de los líderes que consiguen los mejores resultados en sus equipos. Según los datos de marzo de 2022, basados en el estudio de más de 1.800 líderes de equipos que gestionan de forma directa a más de 36.000 personas, existen cuatro factores clave que en la actualidad caracterizan al buen líder:
- Exigencia. Los equipos conceden gran importancia a que sus jefes fijen objetivos altos, exigentes, retadores, que requieran esfuerzo y preparación pero garanticen el crecimiento de la compañía. La concentración en ese esfuerzo produce un mayor nivel de energía, lo que resulta altamente positivo para superar situaciones de crisis permanente como la actual.
- Entusiasmo. La actitud entusiasta es contagiosa y genera vitalidad, y la pasión por lo que se quiere conseguir permite hacer frente a las incertidumbres, adversidades e imprevistos que se encuentran en el camino hacia los objetivos a alcanzar. Todo ello nace de la parte más emocional de la persona, es aspiracional y reflejo de su autoestima.
- Credibilidad. El líder que inspira confianza tiene la capacidad de conquistar el respeto de los demás, y eso se consigue con paso firme y transparencia. Él como nadie debe representar la honestidad, la prudencia, el compromiso y el conocimiento. Y todos estos valores impactan positivamente en los demás, provocando actitudes de aceleración para conseguir buenos resultados y alcanzar los objetivos.
- Ejecución. Un buen jefe de equipo está dentro del equipo, forma un todo con él y se remanga como el resto de sus miembros, pero manteniendo firmes las riendas y moviéndose con seguridad entre lo estratégico y lo táctico. No siempre hay tiempo para buscar consensos y mayorías, el mercado no espera y hay que ejecutar con rapidez, por lo que la confianza en las capacidades del líder es crucial.
Según Watch&Act, un liderazgo basado en estos factores consigue que en su organización haya un 62% menos de rotaciones no deseadas, un 91% menos de absentismo, un 262% más en alcance de los objetivos y un 49% de superación del Net Promoter Score (NPS), que mide la fidelidad de los clientes basándose en las recomendaciones. A partir de estos datos, el resultado es que un buen líder puede llegar a duplicar la rentabilidad de la compañía.
“El contexto empresarial ha cambiado, y hemos observado, además, la acentuación de una serie de rasgos, como la necesidad de las organizaciones de sacar el máximo partido a sus datos, de introducir la geopolítica en la toma de decisiones (por su influencia en la competitividad y sostenibilidad del negocio) y de incorporar tecnologías emergentes (IA, Big Data, IoT, Metaverso, etc.) que permitan aprovechar nuevas oportunidades y nuevas formas de hacer las cosas. Sin duda, los nuevos modelos de liderazgo no deberán pasar por alto estas tendencias”, añade Luis Fernando Rodríguez, CEO de Watch&Act.
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