Las empresas lideradas por personas resilientes que ejercen de líderes comprometidos son aquellas con una mayor capacidad de supervivencia en tiempos de crisis. En situaciones adversas es cuando emergen los verdaderos liderazgos, representados por individuos con unas altas capacidades emocionales que permiten desplegar la potencialidad creativa de las personas y los grupos de trabajo y, en consecuencia, conseguir mejores resultados en las compañías.
Con el objetivo de analizar las características que difieren a un jefe de un líder, IQS Executive Education organizó el Webinar “Claves para ejercitar un liderazgo resiliente en tiempos de crisis”, impartido por la psicóloga-coach y coordinadora del área de Personas de IQS Executive Education, Mercè Moreno.
Uno de los aspectos clave del líder resiliente es su inteligencia emocional intra-personal e interpersonal. Según Moreno, esta es la mejor herramienta para desarrollar un equipo con un alto rendimiento, ya que desde la aceptación y comprensión de uno mismo y de todos los integrantes es más sencillo alcanzar una motivación óptima.
“Si queremos ser grandes líderes, debemos tener confianza y seguridad en nosotros mismos, a la vez que fomentamos el desarrollo personal, el nivel de motivación y la energía constante en nuestro equipo”, explicó Moreno.
Hay que desarrollar una comunicación cercana y eficiente
Los líderes resilientes deben basar su trabajo en la empresa, en la comunicación. Para Moreno, un líder debe mostrarse como una figura de apoyo para revertir situaciones comprometidas y estar accesible, sin por ello quebrantar su autoridad profesional, sino al contrario, reforzarla.
En este sentido, es vital ofrecer a los trabajadores un feedback puntual, constructivo y constante: “Si nos esperamos hasta el final, nos podemos estar alejando de dar el reconocimiento adecuado que les puede permitir seguir adelante en momentos de dificultades”, afirmó.
Asimismo, el líder debe ser eficiente con todo lo que depende de su figura, desde el establecimiento de reuniones periódicas que no se alarguen en el tiempo hasta el hecho de saber escuchar las críticas sobre su toma de decisiones.
“Ser resiliente en una empresa también significa predicar con el ejemplo y dar tanto como recibes. El buen líder convierte los compromisos que adquiere con sus colaboradores en hechos”, añadió la psicóloga-coach.
La resiliencia no es incompatible a la sensibilidad
En su origen, el término “resiliencia” se utilizaba en el ámbito de la física para describir seres, materiales, mecanismos o sistemas para recuperar su estado inicial tras una perturbación a la que había estado sometido.
Años más tarde, el neurólogo, psiquiatra, psicoanalista y etólogo francés Borys Cirulnik adaptó el concepto para aplicarlo a la psicología como la capacidad humana para asumir situaciones límite con flexibilidad y sobreponerse a ellas mediante respuestas subjetivas bien adaptadas, que se convierten en una oportunidad de aprendizaje, de crecimiento personal para el individuo. Según la teoría de Cirulnik, las personas resilientes son aquellas que, tras quedar traumatizadas, son capaces de iniciar un nuevo desarrollo.
“Una persona resiliente no tiene que ser insensible. Negar las situaciones adversas lleva al individuo a una situación de mayor dificultad emocional y lo inhabilita a la hora de resolver situaciones de forma efectiva”, aseguró Moreno.
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