Como ya analizaba la psicóloga experta en talento y gestión empresarial Tania Grande en este artículo, 2021 pasará por una mejora de los perfiles profesionales y, por tanto, de las empresas. Se estima que más de la mitad de los profesionales deban actualizar sus habilidades y, en el logro de este objetivo, el papel del líder será fundamental.
Las habilidades técnicas seguirán siendo importantes, se premiará la alta especialización y el dominio de la tecnología adecuada a cada tipo de puesto. Estas habilidades llamadas hard obtendrán su máximo sentido solo si se sabe modelar y aprovechar las soft. Las habilidades blandas son las que dan valor a lo puramente técnico. Este tipo de habilidades híbridas y sociales son las que impactan directamente en la cultura de empresa, en las creencias que sustentan y potencian los equipos.
Los líderes útiles e inspiradores para el momento que atravesamos y el contexto de resistencia y crecimiento al que nos enfrentamos el próximo año deben reunir 5 competencias fundamentales. La capacidad estratégica, que permite marcar y organizar el rumbo a medio y largo plazo; el liderazgo, que dirige, apoya y proporciona capacidad multiplicadora entre el equipo; el valor de ser embajador de la cultura de empresa propia, lo que conlleva conocer al detalle la idiosincrasia de la organización, ejercer de altavoz de la evolución y generar un clima positivo. Además, los líderes deberán mejorar la capacidad de delegar para fomentar la responsabilidad de sus colaboradores y es crucial que sepan aportarles foco y soporte para mejorar. La quinta competencia más demandada es precisamente la visión y el social networking, analizar el entorno, saber interpretarlo, revisar el cumplimiento de la estrategia es básico. Y en ello entra en juego la capacidad de escucha activa, coherencia con el discurso y la actuación y la generación de buenas estructuras de equipo.
Parece lógico e incluso a veces sencillo. Sin embargo, cuando las organizaciones abordan la profesionalización del liderazgo se encuentran con una disyuntiva: ¿cómo medir y guiar el desarrollo de un mejor liderazgo? Es la llave para crear equipos de éxito. La solución es contar con expertos en materia de talento, recursos humanos y desarrollo de equipo. Y además, contar con herramientas que faciliten el proceso de forma integral y permitan tener datos que medir y mejorar. Eso es lo que aporta TUUP, la herramienta que acompaña a los profesionales a lo largo de toda su trayectoria y, por tanto, supone la llave con la que las empresas pueden crear y potenciar estructuras óptimas a sus mercados y objetivos.
“TUUP permite valorar las habilidades blandas porque lo que hace es analizar y puntuar comportamientos”, explica Tania Grande, especialista en talento, gestión empresarial y CEO de la empresa. Los perfiles se componen del conocimiento (el saber), las habilidades (el saber hacer), la motivación (el querer hacer) “y todo eso se traduce en comportamientos observables y medibles, que es la vía para mapear y mejorar el talento”, puntualiza Grande.
En el caso de los líderes, se requieren evaluaciones y test concretos que sean capaces de sacar una fotografía de las 5 competencias mencionadas anteriormente y otras con elevada influencia en la creación de equipos y logro de resultados. TUUP se trata de una herramienta de medición psicológica y profesional que puede complementarse con otro tipo de acciones de trabajo de liderazgo como evaluaciones de desarrollo, procesos de asignación de responsabilidades y sistemas de gamificación y feedback. “Se trata de seleccionar las herramientas idóneas para cada tipo de organización y dotales de sentido con la guía de un profesional o equipo de recursos humanos que la utilice”, añade Grande.
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