Emprender fuera de España no es fácil. Y menos aún lo es hacerlo en medio de una crisis como la provocada hace unos meses por la Covid-19. Decenas de emprendedores se han visto presos de esta situación. Pero ¿Cómo están los emprendedores que han montado negocios fuera de nuestras fronteras? ¿Cómo han afrontado ellos lo generado por la pandemia del coronavirus?
Ejemplos de directivos españoles con negocios fuera de España
Para empezar tomarse las cosas con filosofía, y “estar preparados para improvisar”. Así lo define Stefano Carlin director de la escuela de esquí Ski Zenit, ubicada en Grimentz-Zinal, en Suiza. Ya han notado bajas en verano y son conscientes de que mucha gente se muestra reacia a reservar. Pero en situaciones como esta, este directivo asegura que hay que poner las medidas necesarias y ponerle toda la buena actitud posible. “Aunque hay incertidumbre estamos positivos”, sentencia.
Desde la empresa Vytrus Biotech piden seguir innovando. El impacto en el negocio lo notaron al inicio de la crisis, aunque la innovación les ha ayudado a salir adelante. «Al centrarnos en la industria cosmético y algún producto sanitario, mercados menos afectados, enseguida recuperamos la tendencia creciente en el volumen de ventas«, asegura su CEO, COO y fundador, Albert Jané.
Si la innovación es parte importante para poder salir adelante, conocer cuáles son los objetivos de la empresa también. Así es como piensan desde Navilens, una app que potencia la autonomía e independencia de las personas con discapacidad visual, mediante una nueva señalética digital. Su CEO, Javier Pita, señala que no hay que dejar que la pandemia modifique los objetivos a largo plazo que tenía la empresa. Ellos, indican, siguen con los proyectos y mismos objetivos estratégicos que tenían antes de la pandemia.
La solidaridad ha salido a flote en el negocio que regenta Marta Caparrós. Ella es fundadora y CEO de YouTOOProject y AUssieYouTOO. Su empresa es una agencia de estudios online australiana que ofrece servicios gratuitos de asesoramiento a personas que quieren vivir, trabajar y estudiar en Australia, Nueva Zelanda, Canadá o España. Detalla que para no despedir a nadie han realizado una acción de solidaridad salarial. “Entre todos, tomamos la decisión de bajarnos el sueldo con el objetivo de mantener todos los puestos de trabajo. Lo conseguimos y, por ahora, no hemos tenido que prescindir de nadie”, añade.
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