Wyser, compañía multinacional perteneciente al grupo Gi Group que ofrece soluciones de búsqueda, atracción y selección de mandos intermedios y directivos, así como de evaluación y transformación cultural; ha celebrado una mesa redonda online, moderada por su Regional Director, Beatriz Alonso; bajo el título “Los financieros ante el caos”; donde 5 CFOs y Directivos del área Financiera de distintos sectores han podido compartir sus experiencias y aprendizajes con más de 450 asistentes.
El webinar, que ha contado con la participación de Begoña de Urrutia (GrupoStop), Francesc Colell (Palladium Hotel Group), Wenceslao Sevillano (Beonprice), Oriol de Soto (Grup Peralada) y Rafael Merino (Dominion Commercial); ha tratado acerca de los nuevos retos que han aparecido como consecuencia de la crisis del Covid-19, de la evolución del rol del Director Financiero en las compañías y del tipo de talento necesario en los equipos financieros.
Para todos ellos, la crisis del Covid-19 ha demostrado la vulnerabilidad que tienen las empresas y ha obligado a muchas de ellas a una digitalización forzosa, demostrando una capacidad de adaptación difícilmente imaginable. Esta crisis supone una oportunidad única para aprender y para realizar una reflexión profunda que nos permita seguir creciendo.
Para Oriol de Soto, Director Financiero Corporativo en Grup Peralada, la pandemia ha puesto de relieve la necesidad de ser humilde y de reconocer nuestra fragilidad, además de la importancia de la resiliencia. A partir de aquí, la búsqueda de similitudes con Wuhan y el planteamiento de los distintos escenarios posibles con el objetivo de poder tomar decisiones en un corto espacio de tiempo, son la clave a la hora de garantizar la viabilidad de la empresa cuando todo se vuelva a poner en marcha.
Por su parte, Wenceslao Sevillano, CFO en Beonprice, destaca cómo la aparición del Covid-19 está dando lugar a la formación de grandes equipos. Para él, esta crisis ha supuesto un ejercicio de solidaridad total y ha demostrado un grado de comunicación entre los empleados y la empresa que no se debe olvidar. Según sus palabras, “se está viviendo una adaptación forzosa, donde es fundamental realizar una correcta gestión con el cliente. Hay que tener un plan y ejecutarlo para evitar la parálisis. Mirar para adelante, evaluando los riesgos, pero sin pararse. Es hora de tomar decisiones ágiles y rápidas”. Además, Wenceslao considera que la misión estratégica del Director Financiero post Covid-19 se acelera aún más, ya que tiene que ser capaz de poner todo su conocimiento al servicio del resto de las áreas del negocio, con el objetivo de facilitar su interconexión.
Rapidez a la hora de replantear el trato con el cliente y agilidad en la toma de decisiones, son también las claves que menciona Begoña de Urrutia, de Grupostop, para enfrentarse a los retos que plantea la pandemia. Para ella, una medida necesaria ha sido la de realizar una radiografía exhaustiva de los costes, identificando aquellos considerados como superfluos con el objetivo de obtener liquidez y primar la caja. Además, han mantenido una estrategia de previsión, analizando lo sucedido en Italia por similitud en los consumidores para así poder trabajar en un plan de contingencia. “Nuestro principal aprendizaje, ha sido ser previsores y ser capaces de adaptarnos al cambio”, apunta la Directora Financiera de Grupostop.
En definitiva, la agilidad y la rapidez en la toma de decisiones son claves a hora de garantizar la supervivencia de las empresas, que se están enfrentando a una situación desconocida, donde solo los más despiertos sabrán sacar partido de ella. El consumidor ha cambiado y solo el que sea capaz de conocerle y sepa adaptarse, alcanzará el éxito.
En cuanto a la figura del Director Financiero hoy en día, todos coinciden en señalar que actualmente está muy cerca del negocio, situándose en el front office del mismo. Para Begoña de Urrutia el rol del financiero es un rol de futuribles, donde se debe manejar información de primera mano para poder plantear los escenarios correctos. La digitalización ha ayudado a que nos convirtamos en gestores y ha impactado en todos nuestros equipos. “No quiero gente autómata, sino gente que tome decisiones y que esté abierta al cambio. Quiero gente sin miedo al cambio”.
Por su parte, Francesc Colell apunta que “el Controller no debe verse como un controlador, sino como aquel que analiza el pasado, gestiona el presente y busca mejorar el futuro de la empresa”. Según él, esta figura cada vez tiene que dedicarse menos a asuntos financieros y más a temas estratégicos. Además, mantiene la necesidad de ser accesible para el resto de la empresa, lo que ayudará a la hora de tomar las mejores decisiones.
“El Director Financiero ha salido del back office, apunta Rafael Merino. Ahora somos la primera persona a la que se va a contar un proyecto, para ver las opciones que hay. El Director Financiero es el primer eslabón para valorar la viabilidad de los proyectos”.
En lo que respecta a las habilidades que tiene que tener un profesional del sector financiero, los cinco ponentes coinciden en buscar un talento que se aleje del perfil técnico, para incorporar a sus equipos a profesionales con otro tipo de habilidades. Algo refrendado por Beatriz Alonso, que interviene mencionando un cambio de tendencia, así como el interés que demuestran las empresas en perfiles con más habilidades blandas.
Para Francesc Colell, se ha producido un gran cambio en los últimos 20 años. “Ahora mismo se buscan perfiles más tecnológicos porque tenemos una gran cantidad de datos que hay que analizar. En el sector se trabaja ahora mismo mucho con los ingenieros”. Para él, se necesitan profesionales con perfiles tecnológicos que sean capaces de absorber los datos para poder plasmarlos y tomar decisiones rápidas. Además, cree que es importante tener una buena capacidad para comunicar.
Begoña de Urrutia recalca la importancia del dato único, así como de la necesidad de tener la información muy bien estructurada y de saber sintetizarla. “Hay que evitar la parálisis por el análisis”, menciona. Para ella, su equipo tiene que estar formado por gente que tenga capacidad de síntesis, que sea proactiva, con capacidad de cambio, espíritu de equipo y que sepa hablar en un lenguaje entendido por todos. Además, destaca la actitud, como la cualidad más importante en un perfil financiero, ya que la parte técnica es algo que se da por hecho.
Espíritu de trabajo en equipo, empatía y gente que sepa equivocarse para tomar decisiones y aprender de sus errores. Eso es lo que busca Rafael Merino, que quiere dentro de su equipo a profesionales que no repliquen situaciones del pasado, sino a trabajadores que sean capaces de reaccionar ante las circunstancias nuevas que vayan apareciendo.
En definitiva, todos los ponentes coinciden en la necesidad de aprovechar la oportunidad que hay detrás del COVID-19 ya que esta situación ha supuesto una experiencia que nadie se habría podido imaginar. Según ellos, el rol del financiero está cambiando y la pandemia ha hecho que ese cambio se acelere aún más. Hoy en día, el perfil del financiero es mucho más tecnológico, y cuenta con la capacidad de ser proactivo y de saber gestionar el cambio.
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