En un mundo en continuo cambio y con un entorno laboral profundamente impactado por la transformación digital, las nuevas propuestas de valor para el talento apuestan por el desarrollo de los empleados como palanca para aprovechar ese impulso transformador como ventaja competitiva.
No obstante, para ser efectiva esta propuesta de valor debe plasmarse en políticas e iniciativas concretas que respondan a aquello que demandan los profesionales. Por ello, las compañías más avanzadas en la gestión y motivación del talento no dejan de experimentar nuevas fórmulas de trabajo y marcos de colaboración innovadores para conseguir que las personas den lo mejor de sí mismas.
Con un intenso foco en la personalización de la experiencia de cada empleado y en su desarrollo como persona y profesional, cuatro tendencias están marcando estas políticas de motivación de los empleados:
Programas de ‘implacement’ para potenciar el talento interno
Esta fórmula, cada vez más extendida entre las organizaciones, consiste en emplear las técnicas de selección de personal de forma interna para analizar las capacidades de los empleados con talento y su adecuación a otros puestos o nuevas responsabilidades dentro de la propia empresa.
Sus beneficios son patentes tanto para los empleados como para la propia empresa. Gracias a las estrategias de implacement, los empleados sienten que la empresa se preocupa por su desarrollo profesional, y la compañía por su parte asegura que mantiene a los mejores profesionales en su plantilla y cubre sus necesidades de talento con gente de confianza.
Gamificación, llevar el juego al corazón de la empresa
La gamificación es una de las tendencias más presentes en las estrategias de motivación de las empresas. Consiste en aplicar las técnicas y mecánicas del juego al entorno laboral, por ejemplo en los procesos de selección, en la formación y en las relaciones con compañeros. Además de resaltar el lado más positivo de las tareas, la gamificación puede ayudar a despertar nuestro espíritu competitivo para alcanzar logros y superar retos, reforzando también el sentimiento de equipo y mejorando el clima laboral.
La gamificación procede del sector tecnológico y es una de las herramientas más utilizadas para acercarse a las nuevas generaciones de trabajadores, sobre todo a los millennials. Sus beneficios para obtener la implicación de las personas ya se han demostrado ampliamente en el sector educativo. De ahí que las empresas cada vez la emplean más para acercarse a sus clientes y empleados en una experiencia acorde con los tiempos actuales.
’Work flow’ para la evolución de los profesionales
El concepto de trabajo para toda la vida ha cambiado drásticamente y las nuevas generaciones de trabajadores ya no aspiran a mantenerse en el mismo puesto o en la misma empresa toda la vida. De hecho, el 90% de los milenials1 esperan mantenerse en su trabajo actual menos de tres años.
Por tanto, para retener a los mejores es necesario ofrecerles una experiencia laboral rica y un entorno en el que crecer y desarrollar una carrera profesional variada, incluso en diferentes funciones del negocio.
La buena noticia es que esto a su vez garantiza a la empresa que cuenta con una plantilla multifacética, lo cual le permitirá responder de forma ágil a los retos cambiantes que plantea la transformación digital. Aquí de nuevo juegan un papel importante los programas de implacement, complementados con iniciativas de formación y apoyo a los profesionales en la evolución de su carrera.
‘Snack learning’: el aprendizaje del futuro
Las nuevas tendencias en formación son también protagonistas de las estrategias de motivación de las empresas. Los profesionales actuales están ya acostumbrados a los formatos multimedia y a consumir contenidos cortos. Así las nuevas técnicas de formación han evolucionado desde los cursos presenciales para apoyarse cada vez más en pequeñas píldoras online en forma de tutoriales que los empleados pueden visualizar cuando quieran.
Además, este sistema permite a los empleados configurar ellos mismos los contenidos que quieren aprender, por lo que su implicación es mayor y el rendimiento del aprendizaje se multiplica.
De nuevo aquí las técnicas de gamificación tienen un importante papel y pueden potenciar la eficacia de estos programas de snack learning y de formación en la empresa.
Como vemos, las estrategias de motivación que están planteando las empresas preocupadas por el talento se apoyan en propuestas de valor personalizadas, con planteamientos flexibles y que apuntan al desarrollo de los empleados como fuente de satisfacción laboral.
Con estas tendencias en mente, está en nuestra mano propiciar entornos de trabajo cada vez más atractivos para el talento.
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