La organización dentro de las empresas es fundamental para conseguir alcanzar nuevas metas y objetivos. Contar con herramientas de gestión adecuadas puede ser determinante para que nuestra estrategia sea un éxito o un fracaso. La correcta planificación y ejecución de las estrategias son las responsables de la optimización. Por eso, las empresas necesitan contar con sistemas y modelos de gestión que les ayuden en las tareas del día a día.
Estas herramientas de gestión permiten tener un mayor control de los procesos y las actividades dentro de una empresa. Además, pueden servir para optimizar los ya existentes permitiendo mejorar y automatizar procesos en diferentes áreas de la empresa. La finalidad es conseguir que una compañía más productiva y eficiente.
Claves para conseguir una buena gestión de empresa
Para saber si una herramienta de gestión es realmente buena, es importante que cuente con las siguientes características:
- Calidad total. La gestión de la calidad total hace alusión a un tipo de cultura o estilo de gerencia muy concreto. En este se involucran los diferentes miembros de la organización. Esto ayuda a mejorar la calidad de todos los aspectos de la empresa. Esta mejora se debe producir de forma gradual.
- Reingeniería de procesos. Es una técnica que ayuda a rediseñar los procesos existentes. Hay que hacer un análisis para ver si estamos tocando aspectos básicos o fundamentales y reconstruir lo que no funciona. Podemos empezar focalizándonos en los precios, la calidad o el servicio o producto que estamos ofertando. La idea consiste en crear sistemas o circuitos completamente nuevos.
- Delegar con responsabilidad. También se conoce como empowerment y hace referencia a la transmisión de poder y autoridad. Debemos ser capaces de dar mayores responsabilidades a los trabajadores o a los equipos de trabajo. Es importante aumentar su autonomía para tomar decisiones importantes sin la necesidad de consultar a sus superiores.
- Externalización. Este término también es conocido como outsourcing y se basa en una contratación a terceros para que sean estos los que realicen las actividades, funciones y procesos que sean necesarios. Esta transferencia hace que tengamos un trabajo de mayor calidad con un menor coste, aumentando de esta forma la eficiencia de los servicios o productos.
- Seguimiento y comparación. Una buena técnica de gestión es asegurarnos de quiénes son nuestra competencia más directa y compararnos con ellos. De esta comparativa podemos sacar productos, servicios, procesos y otros aspectos que nos aporten conocimiento para mejorar nuestros productos o servicios. Es decir, ayuda a identificar los puntos fuertes y débiles de nuestra estrategia para solucionarlos.
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