Desde siempre, los adolescentes han admirado a jóvenes guapos, ricos y famosos. Sin embargo, ahora, en plena era digital se amplía el círculo con bloggers o youtubers que venden imágenes, ideas y contenidos a través de las redes sociales.
En el mundo actual la comunicación es inmediata y la forma en la que se desenvuelven las actuales generaciones de adolescentes es totalmente diferente a la de hace algunos años. Y es que, lo que se dice o se publica no importa si es verdad o mentira, la cuestión es salir, que hablen de ti y que te sigan. Por lo tanto, el tipo de comunicación y comentarios que fluyen en masa por las redes sociales provocan que el adolescente se preste a hacerse seguidor de diferentes causas y sobre todo si están dirigidas por sus ídolos.
La coeducación entre familias y educadores: educación tecnológica
Según explican desde Youthcamp, grupo de profesionales orientados al desarrollo de las habilidades personales y de liderazgo de los adolescentes, tanto familias, escuela y sociedad ven cada vez con mayor consciencia la influencia que ejerce el acceso a estas redes y contenidos entre los más jóvenes, y cómo estos no tienen suficiente capacidad autocrítica para saber elegir. Por ello, es imperioso que todas las partes se esfuercen por coeducar a los más jóvenes para evitar situaciones de peligro.
El liderazgo en el poder político
Este tipo de comportamiento también no solamente se da entre los más jóvenes, lo cierto es que también aflora en los líderes de los adultos, muy especialmente en una parte del liderazgo político actual español, ensalzando a personajes cuya conducta no es deseable. «Estamos en tiempos convulsos y se están enviando mensajes con impacto e influencia que tiene una mirada cortoplacista y con objetivos que denotan falta de habilidades propias de un líder, como poca apertura y flexibilidad, un bajo nivel de escucha y curiosidad, falta de empatía y sobre todo falta una mirada de humanidad. Y también parece que no importa si dicen verdades a medias o no verdades para conseguir que hablen de ellos y les sigan, y eso no es liderazgo», añade Lita Muñoz, Co-creadora de Youthcamp.
Si los políticos son las personas que influyen en el comportamiento, pensamiento y forma de actuar, ¿cuál es esa influencia a día de hoy?, ¿cuál es el mensaje que se está enviando a las nuevas generaciones que liderarán en el futuro? ¿todo vale si te votan? ¿todo vale si te siguen? ¿ese es el mensaje a nuestros jóvenes?
«El liderazgo no es eso, el liderazgo es inspirar a las personas, es tener capacidad crítica, es saber gestionar los conflictos con habilidad y ganando las dos partes, es tener empatía y saber ponerte en los zapatos del otro, es escuchar, es reconocer cuando te equivocas y aprender de tus errores, es integridad y humildad. Y eso yo no lo veo en muchos de nuestros políticos actuales, no veo cómo pueden ejercer una influencia positiva en nuestros jóvenes para que el día de mañana puedan ellos ser esos líderes del futuro que crean un mundo más sostenible, empático y humano. Invertir en su futuro y en el desarrollo de su liderazgo hará que nuestros adolescentes y jóvenes sepan distinguir, elegir y desarrollar su capacidad crítica», añade Muñoz.
Los comentarios están cerrados.