Que las formas de trabajar han cambiado no es un secreto. La tecnología y la automatización de numerosos procesos están provocando cambios importantes en el funcionamiento interno de las compañías, ahorro de costes, mayores márgenes y, al mismo tiempo, están exigiendo la figura de un nuevo perfil directivo que traiga en su ADN otro estilo de liderazgo.
«Top-down» y «bottom-up» son dos estrategias de comunicación y procesamiento de la información. Los términos, sin embargo, son también perfectamente aplicables para explicar cómo ha variado en los últimos años la gestión del liderazgo. Hemos pasado, o mejor dicho estamos pasando, de un modelo “arriba-abajo” basado en las órdenes y las instrucciones explícitas, al “abajo-arriba” que se caracteriza porque reclama al directivo que escuche más a su equipo.
“El directivo del futuro además de guiar e influir positivamente en su equipo, debe crear un clima de trabajo que transmita la motivación, la ilusión y la pasión por el proyecto. Un entorno que aúne el pensamiento estratégico, con el analítico y el enfoque social con el colaborativo» ha explicado la fundadora de Talentoscopio, Marta Díaz Barrera.
Tres rasgos clave del nuevo líder directivo son:
– la inteligencia emocional que ya nos explicaba Goleman en los años 90 y que a la vista del giro que ha dado el mercado laboral está de plena actualidad.
- Tomar conciencia de nuestras emociones.
- Comprender los sentimientos de los demás.
- Tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el trabajo.
- Acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo.
- Adoptar una actitud empática y social que nos brindará mayores posibilidades de desarrollo personal.
- Participar, deliberar y convivir con todos y todas desde un ambiente armónico.
– la inteligencia cultural: Habilidad para reconocer, leer y adaptarse a otras culturales, detalles o cosas a veces imperceptibles, de manera que tu efectividad no esté comprometida cuando interactúes con personas de otros países y con herramientas para negociar más y mejor con personas de otras nacionalidades.
– la Inteligencia Generacional para saber encauzar el Talento de cada una de las generaciones que integran el equipo (Generación X y los millennials), para evitar conflictos ante distintas maneras de pensar y principalmente para atraer y
“El nuevo estilo de liderazgo reclama ante todo humildad y respeto, inspiración y desarrollo de los profesionales porque en el epicentro están las Personas y cuando el Talento es tenido en cuenta, se multiplican los beneficios en todos los aspectos, en términos de retención de empleados, de resultados, de incremento de la facturación, de innovación y creatividad. El liderazgo feliz y las competencias digitales, son las nuevas ventajas competitivas para el CEO del siglo XXI”, ha destacado la fundadora de Talentoscopio.
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