El éxito de cualquier organización depende, en gran medida, de las personas. El director de equipo es una pieza clave de ese éxito. Una buena dirección del personal hará que los proyectos prosperen. Woffu, startup especializada en la gestión eficiente de las vacaciones, ausencias y presencia de los empleados, analiza las seis señales que indican que las cosas se están haciendo bien.
Nadie duda a la hora de acudir a él
El director de equipo es la vía más directa del equipo. Si tienen algún problema o comentario, acuden a él. “Si el responsable ha dado señales a su equipo de que confía en ellos, lo más probable es que ellos también confíen en él”, afirman desde Woffu. “Si hay problemas dentro de la empresa, tampoco dudarán en pedirle apoyo. En caso de generarse un conflicto si las personas acuden a un mismo referente es que se tiene ese anhelado liderazgo”.
Una buena organización del trabajo cotidiano
La organización es clave para una buena gestión de equipos. Está claro que el volumen de trabajo puede saturar en algún momento, pero la tónica general no debe ser que se acumulen en exceso las tareas. Para ello, es necesario saber organizarse y priorizar unos cometidos sobre otros. También es primordial detectar a los “ladrones de tiempo” (llamadas innecesarias, reuniones demasiado largas e improductivas, mensajería instantánea, etc.) y huir de ellos.
Reducción del índice de conflictos
Para la OMS, “la prosperidad de los negocios se fundamenta en una mejor salud mental de los trabajadores”. Es imprescindible trabajar para que el clima laboral sea bueno. Conseguirlo no es fácil. Si después de aplicar distintas políticas al respecto el índice de conflictos se ha reducido y, los problemas más candentes se han mitigado es que se ha conseguido el objetivo primordial.
La puntualidad es la norma general
Según estudios publicados, tan solo el 15% de los españoles reconoce que llega tarde a la empresa. Sin embargo, esto no es muchas veces así. Si todos los empleados suelen ser puntuales, probablemente es que se esté predicando con el ejemplo por parte de los cargos con mayor responsabilidad. Esta es una medida óptima para conseguir buenos resultados en los demás.
Transparencia en la comunicación
Probablemente no haya nada peor que notar que en la empresa se están cociendo distintos fuegos de conflictos sin que nadie haya venido a explicar qué es lo que está ocurriendo, o incluso enterarse de todo cuando los conflictos ya han estallado y las consecuencias son ya irreparables. “Si llaman a la puerta de tu despacho para contarte que algo no marcha, es que tienen confianza en ti. Probablemente sepan que puedes echarles una mano y puedes mediar para resolver el conflicto cuanto antes o incluso que se sea otro compañero quien busque la solución más idónea” comentan desde Woffu.
Los empleados no quieren cambiar de trabajo
Lo dicen los estudios y también los expertos. Un buen trabajo es el que, además de salario, hace que el empleado se sienta útil y valorado ofreciéndole margen para aplicar sus competencias y le permitiéndole avanzar personal y profesionalmente. Está claro que el dinero no lo es todo. Existen otra serie de políticas de recursos humanos que hacen que el empleado se quede más en la empresa y se sienta comprometido con el proyecto.
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