Ser jefe tiene mala prensa. Nada nuevo bajo el sol. Intentar ser un amigo de los empleados es un arma de doble filo. Ser inflexible a la hora de aceptar nuevas ideas, ídem.
Pongámonos del lado del coordinador, del que ha de tomar decisiones todos los días que afectarán a su equipo. El que sabe que será cuestionado haga lo que haga. ¿Cómo lograr ser un buen líder? Tal vez el propósito de este nuevo año sea prepararse para introducir algún cambio en el modo de dirigir al grupo.
Películas, series televisión, personajes ficticios sirven de inspiración para elaborar decálogos sobre cómo ser el mejor jefe. El líder carismático. En definitiva, algo fuera de lo común, tal vez un perfil complicado de lograr.
Confianza
Pensar que uno lo sabe todo es un error pero un defecto común en algunos aspirantes a líderes. Un exceso de confianza no sólo causa rechazo entre los que le rodean, también es un obstáculo para crecer.
Imaginemos a ese prototipo de hombre o de mujer que durante toda su vida han logrado sus objetivos, o bien por su físico o bien por una labia que funcionaba hace unos años y en otro contexto. Ese tipo de «líderes» están abocados al fracaso. Los «macho alfa» están pasados de moda. Y por supuesto, nada indicados para liderar una empresa.
Líder en una pyme
Un líder no es esa persona que está al frente de una gran empresa. De liderazgo están carentes muchas pymes. Cualquier organización necesita una persona que les guíe, pero sobre todo que sepa gestionar el talento.
Ser capaz de retener a empleados eficaces y de descubrir en los procesos de selección de personal a potenciales trabajadores es lo que diferencia a un jefe mediocre de un líder.
Compromiso
Uno de los objetivos primordiales es lograr que un empleado se sienta parte de la pyme, que adquiera un compromiso con el proyecto. ¿Cómo? Siendo consciente de que su aportación será un beneficio mutuo. No hay nada más poco gratificante que un trabajador que no ve reconocido su esfuerzo.
El líder debe sacar lo mejor de sus empleados y con ello lograr un grado de satisfacción por parte de sus clientes. De esta fórmula debe obtener trabajadores satisfechos a nivel personal y con una idea clara: en esa organización es posible crecer a nivel profesional.
El buen líder:
- Sabe escuchar a sus empleados
- Respeta y tiene en cuenta sus ideas
- Es capaz de dar instrucciones claras
- Sabe agradecer las buenas ideas y el trabajo bien hecho
- Fomenta el trabajo en equipo
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