e ha presentado en ESADE Madrid 37 almas en una, un ensayo colectivo que analiza las claves del liderazgo femenino de mano de sus protagonistas, cerca de cuarenta profesionales y directivas. Se trata de un enfoque nuevo y distinto, en el cual tiene cabida el apoyo de todo el entorno familiar y profesional de estas mujeres, y que reivindica el aprendizaje obtenido de sus experiencias personales –la maternidad, la conciliación o el cuidado de personas dependientes– como factor clave de éxito en la gestión de personas y proyectos en la vida profesional.
Estas ejecutivas se conocieron durante un curso en ESADE, en el marco del Proyecto Promociona, un programa que promueve la CEOE, junto con el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, y que tiene como objetivos la formación, el desarrollo profesional, el liderazgo y la promoción de las mujeres directivas, unas profesionales llamadas a liderar el cambio y que han querido contar sus trayectorias profesionales, desde el punto de vista más íntimo y personal, en este libro, promovido por el Grupo Planeta, en colaboración con ESADE.
“Hemos firmado como ’37 almas’ porque es eso precisamente lo que hemos reflejado en el libro, nuestra alma”, ha reconocido Estela Baz, directora del proyecto y coautora. “Es un ejercicio de exploración acerca de nuestra trayectoria personal y profesional, desde la humildad, que creemos que puede ayudar a abrir el camino a otras mujeres para que puedan cumplir sus sueños. El sacrificio no tiene por qué significar la renuncia a ser lo que somos, ni excluir a nadie”, ha señalado Baz, y ha insistido en que “hemos llegado a donde hemos llegado gracias al esfuerzo compartido y a haber creído en nosotras mismas”.
“Es la primera vez que un grupo de mujeres deciden compartir sus experiencias profesionales desde una perspectiva que trasciende lo estrictamente laboral”, ha comentado Eugenia Bieto, directora general de ESADE Business & Law School, que también ha aportado su testimonio como directiva y mujer en 37 almas en una. Para ella, al igual que para sus compañeras de viaje en el libro, “el buen profesional, sea hombre o mujer, debe cultivar su espacios no directivos para sintonizar y desarrollar su interioridad espiritual”. “Cuando yo estudiaba, era la única mujer de mi curso; de hecho, cada promoción tenía el nombre de la chica de la clase. La mía era ‘la promoción de Eugenia’”, cuenta Bieto en el libro.
Las primeras de una nueva época
Pese a que cada una de las autoras tiene una historia muy distinta, tanto en cuanto a sus orígenes personales como a sus desarrollos profesionales, las responsables de 37 almas en una coinciden en que, en algún momento, fueron las primeras mujeres de un departamento o de un proyecto, especialmente en las áreas técnicas. También comparten el hecho de haberse educado en la diversidad; haberse enfrentado a las dificultades con valor y a pérdidas familiares con sensibilidad, y haber aprendido de sus errores. “Nos caemos y nos volvemos a levantar”, ha comentado Estela Baz, que ha alertado que “muchas mujeres, buscando la perfección, se pierden lo más importante: el camino hacia ellas”. “Ahora que lo hemos conseguido, es el momento de contarlo”, ha concluido.
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