“El ejemplo no es lo que más influencia a las personas. Es lo único”
Albert Schweitzer
Nuevas incursiones de reconocimiento…, nuevos recorridos in- fructuosos… Gomes siente que Magallanes los está condenando a una muerte segura. Ha tratado de avisar, de convencer al resto, pero parece que están anestesiados por el miedo. Él no está dispuesto a perder la vida en una misión suicida y, aprovechando otra de las salidas de reconocimiento, abandona sigilosamente la expedición poniendo rumbo de vuelta a España en plena noche.
Tras el abandono de la San Antonio (era la nave más grande y contenía la mayoría de las provisiones) y el hundimiento de la San- tiago, ya solo quedan tres naos. Pasarán varios días buscándolos y dejando señales en la costa por si se hubieran perdido. Todos los intentos para encontrarla fueron inútiles, por lo que decidieron con- tinuar la travesía sin ella.
La desertora llegará sin grandes complicaciones a España en mayo de 1521, avisando del descubrimiento del estrecho, y poniendo al co- rriente al emperador de los excesos de autoridad de Magallanes. Ale- garían en la Casa de Contratación que, tras regresar de sus labores de inspección, la flota no estaba en el punto de encuentro estipulado y resolvieron volver a España. Declararán haber acudido con el esquife al rescate de los dos desterrados en San Julián (Juan de Cartagena y Pero Sánchez Reina) aunque sin éxito. Su declaración se guarda en el A.G.I., Patronato, 34, R.14, folio 1r, Carta de los oficiales de la
Casa de la Contratación de las Indias al emperador Carlos V, sobre regreso de la nao San Antonio.
Carlos I dará crédito a los testimonios de los desertores. A Maga- llanes y al resto se les dio por muertos (en realidad ya había muerto en Filipinas para cuando retornó la San Antonio) y se le acusó de traición, quitándole la pensión a su viuda, Beatriz Barbosa. No fue- ron los únicos efectos colaterales derivados de la mano negra de Fonseca a su familia: Diego Barbosa, suegro de Magallanes, tuvo que hacer el petate y dejar su puesto de alcaide de los Alcázares (fue fulminantemente destituido, ya no se creía en su imparcialidad).
Años después, el rey encargará a Esteban Gómez el mando de una misión con el fin de buscar otro paso al Pacífico, pero por Norteamé- rica. En esta expedición Esteban Gómez se convertirá en el primer europeo que visita la isla de Manhattan, la bahía de Boston y las tierras de Labrador. Finalmente cumplió su sueño americano.
Aviso para navegantes: si el tóxico es tu responsable, vete actuali- zando el currículo. Las personas no se van de las empresas, se van de los malos jefes…