Recorremos las páginas del libro Be Social y nos adentramos en las vidas de treinta jóvenes, procedentes de los cinco continentes, que han sido reconocidos por sus iniciativas sociales y su liderazgo como agentes de cambio en sus respectivas comunidades.
A través de este título, todos nos brindan un testimonio sincero, mientras comparten con nosotros sus desafíos y retos desde el compromiso que les une a sus proyectos y que les hace únicos. Porque comprobamos a través de sus iniciativas, que, al margen de su lugar de procedencia, todos ellos comparten el ADN de los “nativos sociales”, esas personas que destacan por un perfil diferente, más sensible hacia las necesidades que se presentan en su entorno, y comprometidos con el progreso social. Son jóvenes que han crecido con un espíritu realista que, de alguna manera, les hace más permeables a lo que sucede en su entorno. Además, se trata de generaciones completamente contactadas con el mundo porque han crecido en pleno auge de las nuevas tecnologías y ese es su lenguaje.
A menudo conocemos informes y estudios que tratan precisamente de establecer un perfil tipo que nos cuente cómo son los jóvenes actuales. De hecho, el Foro Económico Mundial, recopiló recientemente los datos de la encuesta global The Global Shapers Survey realizada a cerca de 32 mil jóvenes de 186 países, en la que se identificaron una serie de preocupaciones comunes que presentan los jóvenes de todo el mundo y que reflejan sus opiniones sobre la situación mundial actual y sus desafíos. De las conclusiones de la muestra se extrae que la mayor preocupación de estos jóvenes es el cambio climático y sus consecuencias. De hecho, el 48,8% de los entrevistados considera que es el principal problema que ahora mismo afecta al mundo. Pero entre sus preocupaciones también destacan las guerras y los conflictos que existen en distintos puntos del planeta, además de la desigualdad (con una adhesión del 38,1%).
Por supuesto, esta encuesta global nos habla de paro o corrupción política, lo que ayuda a entender mejor cómo los jóvenes cada vez más incorporan en su agenda personal y profesional las cuestiones sociales y la inquietud por aportar soluciones que mejoren su entorno. Nuestro contacto directo con el ecosistema emprendedor social en España nos ayuda a comprobar que, efectivamente, los jóvenes que lideran proyectos con impacto social tienen interiorizado su papel transformador, en su escala, con sus hechos y decisiones.
Considero que a estas alturas convertirse en un emprendedor social tiene que ver más con una actitud hacia el entorno y hacia tu proyecto de vida que con un proyecto empresarial. Ser emprendedor social es tomar el pulso de nuestras comunidades, de nuestras empresas, y tener la capacidad de proponer soluciones innovadoras que supongan una mejora continuada en pro del progreso y la justicia social. Ser emprendedor social es asumir el rol y la responsabilidad individual que tenemos como parte de este planeta y que nos debiera convertir en “nativos sociales”. Solo necesitamos las herramientas y el apoyo necesario para hacer brillar estas luchas.
Be Social
Un libro que recoge la apuesta de la Universidad Europea y de la International Youth Foundation por el emprendimiento social y por sus protagonistas. Factores necesarios en un modelo de educación superior que integra competencias y valores para formar a los profesionales y ciudadanos del mañana, personas cuyo compromiso ético llevará a que se conviertan en agentes del cambio.
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