Eloy Garrido Valcarcel es el único empresario de ventas tartamudo de España. Es un joven de 28 años que comenzó en el mundo de las ventas a los 22. Cuenta que desde pequeño sentía mucha vergüenza cuando tenía que leer en clase, exponer algún trabajo o hablar delante de un grupo de personas. Muchas veces evitaba incluso ir a comprar el pan por miedo a tartamudear.
En su libro, ‘El éxito de mi tartamudez’, Eloy cuenta cómo superó todas las dificultades que, como tartamudo, tuvo que pasar en sus comienzos en el mundo de las ventas y cómo al final consiguió aprender y superar todos esos miedos y barreras para terminar por dirigir en tan solo un año su propio negocio. «No superé la tartamudez, lo que sí supere es el miedo a tartamudear y que eso no sea impedimento para hacer todo lo que deseo».
En 2010, tan solo con 21 años, a Eloy Garrido Valcárcel le ofrecieron un trabajo de comercial: venta cara a cara. Algo que, en principio, sólo necesita romper un poco la timidez, para él suponía un reto añadido teniendo en cuenta un factor importante: su tartamudez.
En ese momento tuvo que decidir entre rechazar la propuesta o vencer su primera gran barrera. La misma barrera que se ponía a la hora de no querer bajar a comprar el pan por no hablar con la dependienta o evitar dar charlas en público. Pudo tomar el camino del inmovilismo y de la excusa por no ser un buen comunicador pero, lejos de ello y viendo la situación de desempleo y crisis que estaba pasando el país, decidió comenzar esta gran aventura.
Este libro, ‘El éxito de mi tartamudez’, narra su historia y cuenta, en primera persona, cómo tomó la iniciativa de su vida y logró convertirse en un empresario de éxito. Él no ha corregido su tartamudez, la ha enfrentado, e imparte seminarios a sus colaboradores y conferencias ante cientos de personas.
Cuando se pregunta a Eloy cómo es posible que una persona con esas barreras desde tan pequeño, haya conseguido hacerse un hueco en el mundo empresarial, y sobre todo en el mundo de la venta directa y comercialización de servicios, él responde que es posible cuando tienes muchos sueños que cumplir porque así florece el afán de superación y puedes dejar a un lado las excusas.
En la primera parte del libro cuenta que cuando una persona sueña en grande, desea algo con mucha fuerza, esa emoción positiva puede con todas las emociones negativas y con cualquier barrera que pueda aparecer en el camino. «Las personas que no tienen sueños, o que son conformistas, es más difícil que adquieran la fuerza necesaria para vencer las dificultades que cualquier sueño trae consigo. Si tu sueño es lo suficientemente fuerte, no abandonas por nada del mundo», comenta Eloy.
En la segunda parte del libro habla más sobre la mentalidad emprendora que desde pequeño ya tenía y su ambición por crecer en todos los aspectos. Desde muy pequeño su mente ya estaba por la nubes. Siempre soñando y soñando. Eloy cuenta que no quería depender toda su vida de un empleo y de un salario. «Pienso que un empleo, por mucho que me guste, me hace depender de otra persona que manda sobre mí, estipula lo que debo de cobrar y eso conlleva que tanto mi familia, como yo, dependamos de otra persona. Y eso a mi me da mucho más miedo que emprender y enfrentarme a todos mis miedos, debilidades y a la incertidumbre».
«Yo prefiero que mi vida y la de mi familia esté en mis manos y no en las manos de otra persona. Cuando a los 20 años tuve la primera experiencia laboral como empleado, supe a los 3 meses que no quería eso para el resto de mi vida. Me sentía atrapado, esclavo de otra persona y no quería pasarme toda mi vida cobrando 1.200 euros al mes sin posibilidad de ir a más’.
En la tercera parte del libro Eloy cuenta como, después de esta corta experiencia en el mundo laboral, tuvo el valor de despedirse de su empleo y comenzó a buscar alguna oportunidad empresarial que le permitiera crecer y poder convertirse en dueño de su vida y de su propio negocio. Después de buscar en muchos lugares encontró, casi con 22 años, una oportunidad en una empresa de venta a puerta fría. Después de mucho pensar y dudar sobre sus propias capacidades para desempeñar el trabajo de ventas, decidió hacer frente a su tartamudez y vencerla definitivamente si quería conseguir todos esos sueños que tenía.
«Me costó decidirme, porque había tenido amigos y conocidos que en algún momento de sus vidas decidieron entrar a trabajar de comercial en empresas similares y no tuvieron muy buena experiencia. Encima mi tartamudez me tiraba mucho hacia atrás. ¿Cómo iba yo a dedicarme a ventas si el requisito principal que se necesita para este sector es don de palabra y fluidez al hablar? Pues después de conocer bien la empresa, la calidad humana y el plan de carrera, aposté todo y acerté. En mi libro cuento con detalle todas las anécdotas y momentos difíciles que experimenté cuando comencé a vender y las técnicas que utilicé para superarlas».
A los 23 años Eloy ya dirigía su negocio de ventas y servía de inspiración a todos los empleados y colaboradores que comenzaban a trabajar con él. A día de hoy, con 28 años, sigue tan ilusionado como el primer día, es papá y tiene algunas oficinas más, abiertas en varias ciudades de España, y da charlas de superación personal y técnicas de venta a todos sus colaboradores.
«Para mí es una satisfacción muy grande saber que por no abandonar mis sueños ni mi idea de ser empresario, a pesar de todas las piedras que me encontré en el camino, puedo con mi ejemplo ayudar y servir de inspiración a miles de personas para que se atrevan a enfrentarse a sus miedos y luchen por cumplir sus sueños. También estoy muy feliz porque en mi negocio, con el sistema de crecimiento maravilloso que tenemos, a todo aquel que veo preparado y que está realizando un buen trabajo, le damos la oportunidad de tener una oficina y convertirse así en empresario con nuestro grupo».
Cuando se le pregunta sobre si a lo largo de todo este tiempo, le ha salido algún enemigo, alguna persona que ha intentado o intenta manchar su imagen, cuenta que «como empresario, vas a tener que superar muchas dificultades y saber llevar algunos comentarios despectivos y falsos de personas que por un motivo u otro quieren manchar tu reputación. Yo puedo darme con un canto en los dientes porque, después de 6 años en el mundo empresarial, y con cientos de colaboradores que he tenido y que tengo, si buscas sobre mi en Internet solo hay una página, con uno o dos comentarios hablando pestes de mi y de mi negocio. No va a ser el primero ni el último».
«Cuando estás dirigiendo equipos, colaborases y empleados, siempre vas a tener algún que otro enemigo. Hay gente muy envidiosa, gente que no es capaz de asumir que la culpa de no tener éxito es de ellos, y lo más fácil es echar culpas al de enfrente. Todo eso, entra dentro del juego. No puedes caerle bien a todo el mundo».
Eloy, que todavía tiene muchos proyectos y sueños por cumplir, deja un último mensaje: «Lo único que se interpone entre tú y tu meta es la historia que te sigues contando a ti mismo de por qué no puedes lograrlo».
El éxito de mi tartamudez esta disponible tanto en digital como impreso.
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