RRHH Digital CCOO recuerda que el fallo del Tribunal Constitucional portugués no es el primer síntoma de resistencia a las decisiones, en este caso, de la troika. Recientemente, el Parlamento chipriota rechazó la confiscación de depósitos decidida por el Eurogrupo. Estas actuaciones que se enmarcan dentro del más estricto funcionamiento democrático son vistas desde estos órganos multilaterales con recelo y se discute su idoneidad. El cuestionamiento de estos hechos, en sí gravísimo, es todavía más intolerable si tenemos en cuenta que las políticas de austeridad impuestas por la troika, el Eurogrupo… han demostrado no sólo su ineficacia sino que, como desde CCOO se advirtió ya en 2010 cuando el Gobierno español adoptó el primer paquete de medidas de austeridad, representan un lastre para la recuperación económica.
En respuesta a la decisión del Tribunal Constitucional, el Gobierno de Passos Coelho se ha apresurado a declarar que en ese caso realizará recortes en educación, sanidad y seguridad social, ya durísimamente afectados por anteriores recortes impuestos por la troika.
Para CCOO, la actitud de la UE y del Gobierno portugués combina insuperables dosis de falta de sensibilidad social y de respeto a la democracia. Además de una absoluta ineptitud económica puesto que tampoco sirve para reducir el déficit público por producir nuevos disminuciones del PIB y del empleo. Desde CCOO esperamos que la decisión que adopte el gobierno portugués finalmente, no incida sobre la ya penosa situación de los trabajadores de aquel país.
Las fracasadas políticas de austeridad de la UE contrastan con las que se están adoptando en EEUU, Japón y los países emergentes para salir de la crisis.
CCOO denuncia que los recortes y la austeridad, injustos en su propia naturaleza, son además ineficaces. El sindicato siempre ha defendido políticas recaudatorias para salir de la crisis. Un impuesto sobre las grandes fortunas y una reforma fiscal progresiva, así como la persecución del fraude fiscal, o el impuesto a las transacciones financieras son alguna de las medidas que contribuirían a un saneamiento de la economía y reforzarían el modelo social europeo y el sistema democrático de nuestros países.
Por último, CCOO advierte que la crisis ha puesto en evidencia la debilidad no sólo de la dimensión política de la Unión Europea sino, lo que es más grave, la debilidad de nuestros sistemas democráticos.
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