La reforma de la Seguridad Social se tramitará como proyecto de ley, lo que permitirá la inclusión de enmiendas por parte de los Grupos Parlamentarios a su paso por las Cortes, según informaron fuentes del Ministerio de Trabajo.
La reforma irá al Consejo de Ministros como anteproyecto de ley y, una vez aprobada por el Gobierno, será remitida al Congreso, ya como proyecto de ley. Tras su aprobación en la Cámara Baja se enviará al Senado, y de ahí volverá de nuevo al Congreso para el visto bueno definitivo.
De esta manera, la entrada en vigor de la reforma de pensiones dependerá de su trámite parlamentario, salvo que se especifique lo contrario en algún aspecto de la misma.
Para elaborar el anteproyecto de ley, el Ejecutivo se servirá del acuerdo alcanzado con sindicatos y patronal y cuya redacción está siendo ultimada por las tres partes.
Con la posibilidad de admitir enmiendas, la reforma de pensiones se abre, no sólo al consenso social, ya obtenido, sino también al político, en un asunto tan importante como es el sistema público de protección social, con el que las fuerzas políticas, a través del Pacto de Toledo, han expresado su compromiso.
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