La incomparecencia de cuatro testigos obligó a suspender la vista que debería celebrarse ayer por la mañana en el Juzgado de lo Social de Lugo por la finalización de la relación laboral de un trabajador con la empresa de ambulancias en la que trabajaba en Sarria. El juicio quedó aplazado hasta el día 30 próximo, a las once y media de la mañana.
Según señaló Jesús Castro, secretario comarcal de Comisiones Obreras, sindicato a través del que fue presentada la demanda, los testigos eran compañeros de trabajo del demandante y militantes de esta agrupación sindical. La incomparecencia, según dijo, pudo deberse a algún problema en la notificación.
Castro afirmó que los cuatro trabajadores ausentes iban a testificar por la existencia de persecución sindical. De todas formas, el dirigente de CC.OO. señaló que, pese a todo, ayer hubo un avance importante porque la empresa reconoció que el despido había sido improcedente, aunque el trabajador y Comisiones piden que sea declarado nulo.
El secretario recordó que su sindicato había presentado dos denuncias ante la Inspección de Trabajo contra la empresa Ambulancias La Cruz, una por incumplimiento del convenio colectivo y otra relacionada con el despido del trabajador. De acuerdo con la misma versión, la empresa decidió prescindir de este empleado, un conductor que llevaba tres años con un contrato de sustitución para cubrir las vacaciones y días de libranza de otros cuatro conductores, por lo que CC.OO. reclama la readmisión y que su despido sea considerado nulo por acoso sindical e incumplimiento del convenio.
La titular de la empresa negó en julio, cuando surgió el conflicto, que hubiera despedido al conductor. Aseguró que el contrato finalizó y no le fue renovado porque quería que el puesto lo ocupase su hija.
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