El hotel Martiánez del Puerto de la Cruz, dedicado desde hace años al timesharing (multipropiedad o venta compartida), se encuentra totalmente abandonado por sus propietarios desde hace ocho meses, sin clientes y con una treintena de trabajadores de brazos cruzados, sin trabajo, sin cobrar y sin carta de despido. Un complicado entramado de empresas tapadera con domicilio en paraísos fiscales como la isla de Mann, intenta eludir las responsabilidades contraídas con los trabajadores y con Hacienda y la Seguridad Social. Pero los trabajadores han defendido sus derechos con uñas y dientes y después de presentar denuncias ante la Inspección de Trabajo y la Delegación del Gobierno, el asunto ha llegado a los tribunales. El 27 de noviembre se celebró el juicio y ya está visto para sentencia, después de que la jueza ordenara el embargo preventivo del hotel a petición de los trabajadores. Curiosamente, los abogados de la empresa también han pedido el embargo.
Desde el 25 de abril no se reciben clientes en el hotel Martiánez. Los 30 trabajadores de la plantilla no cobran pero acuden cada día a sus puestos de trabajo para pasarse las horas sentados a la espera de una solución a esta rocambolesca situación. Ante este persistente abandono empresarial, los trabajadores presentaron en su momento una denuncia en la Inspección de Trabajo y han realizado varias concentraciones a las puertas del hotel para hacer pública su protesta y que la gente se entere de lo que sucede.
Carmelo Bencomo, delegado sindical (CCT) del comité de empresa, explicó a DIARIODEAVISOS que "la empresa propietaria del hotel, Artola y el Banco Austríaco, se está escondiendo. Lo que pretenden es evitar pagar las deudas millonarias que tienen con la Seguridad Social (300 millones de las antiguas pesetas) y Hacienda (unos 200 millones de pesetas) y dejar los trabajadores en la calle".
El administrador judicial entregó el hotel a la empresa propietaria el 2 de mayo, pero no pagó la nómina al personal. Afortunadamente, su denuncia ante la Inspección de Trabajo ha servido para que se les reconozca al menos el derecho al subsidio de desempleo, a la espera del fallo judicial que parece cercano y que los trabajadores confían en que sea favorable, "porque hemos demostrado que existe relación entre todas las empresas implicadas y que ha habido subrogación del personal".
Bencomo aclaró que los problemas en el hotel Martiánez se remontan a 20 años atrás. "Empezaron desde que el establecimiento se transformó en timesharing o multipropiedad, con un entramado de confusión de trasfondo". En estas dos décadas los trabajadores han sufrido continuos retrasos en el pago de las nóminas e infinidad de problemas con la propiedad, lo que motivó la presentación de un centenar de denuncias. "Nos hemos cansado de denunciar: desde al presidente del Gobierno a Hacienda, la Seguridad Social y el Diputado del Común. No entendemos cómo Hacienda y la Seguridad Social han permitido que esta gente siga impune hasta ahora. La actuación de la administración ha sido nefasta y aunque creemos que ha habido un delito social y de evasión de impuestos, ni siquiera el fiscal general se presentó en el juicio".
El delegado sindical criticó también la falta de actuación del alcalde, Marcos Brito, al que le hicieron llegar un amplio dossier. "Pero no ha hecho nada para buscar una solución al problema de nuestro hotel y al grave deterioro que causa en la imagen y en la calidad turística de la ciudad. No es sólo un problema interno de los trabajadores; es un problema social".
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