La Fiscalía de Sevilla pedirá el próximo viernes dos años y medio de cárcel para un informático, al que acusa de colgar en internet, por venganza, datos personales de los pacientes de una clínica de adelgazamiento para la que había trabajado.
El escrito de acusación del fiscal señala que el acusado, F.P.D., al terminar su relación laboral con la clínica, creó una página web en la que insertó información de su base de datos, de la que “previamente se había apoderado”.
De esta manera, reveló datos que eran “secreto de empresa”, sostiene el fiscal, que por ello imputa al informático, de 37 años de edad, un delito contra los derechos de los consumidores y, alternativamente, otro de descubrimiento de secretos.
La defensa del acusado afirma, no obstante, que los datos que la Guardia Civil descubrió colgados en internet eran únicamente un listado de nombres de pila acompañados de un número, lo que a su juicio no constituye ninguna revelación de datos secretos.
La entidad denunciante es una clínica dedicada a tratamientos de estética y adelgazamiento ubicada en una céntrica calle de Sevilla, que en el verano de 2002 había contratado al procesado para actualizar su base de datos.
En contra de la denuncia, la defensa sostiene que el informático no había sido despedido, sino que finalizó su contrato laboral de tres meses, que se prolongó entre julio y septiembre de 2002, y que al concluir la tarea para la que había sido contratado dejó en la oficina las claves de acceso a la página web al alcance de cualquiera.
Fuentes del caso señalan que el mismo llega a juicio porque fue reabierto por la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, ya que previamente el juzgado de instrucción número 5 lo archivó hasta en dos ocasiones al considerar el juez que lo que apareció colgado en internet no era nada que “comprometiera la intimidad de las personas”.
El juez que conoce del caso decretó que “en la página sólo aparece un mero listado de nombres, sin valor identificativo y sin ningún añadido relativo a direcciones, tratamiento dispensado o número de historia clínica”. Pese a ello, la Fiscalía mantiene su petición de un año de cárcel para el informático y una multa por valor de 2.700 euros, junto a otra de 180 euros por falta de hurto de los datos, en un caso que será enjuiciado el próximo viernes en un juzgado penal de Sevilla.
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