Más de 2.000 personas, en su mayoría extranjeros, han sido detenidos en toda Italia como resultado de una investigación sobre el tráfico de personas que destapó una red que obligaba a niños y adultos a prostituirse y trabajar en condiciones extremas, informó la Policía.
La investigación, de cuatro meses de duración, no se centró en un sólo círculo, sino que se descubrieron cientos de redes, algunas de las cuales de tres o cuatro personas, explicó la superintendente Chiara Giacomantonio.
"No hubo sorpresas. Desafortunadamente todo esto es muy conocido. Son albaneses explotando a mujeres rumanas, chinos explotando a chinos, africanos a africanos", explicó Giacomantonio. Del total de los acusados, 784 han sido detenidos, y otros 1.311 serán puestos en libertad pendientes de procedimientos legales, según la Policía. Los cargos que se le imputan son explotación sexual y favorecer la inmigración ilegal.
La mayoría de las personas acusadas y de las víctimas proceden de países del Europa del Este, incluyendo Moldavia, Albania y Rumanía, así como de Asia y Africa. Algunas prostitutas eran traídas desde Irak, explicó la superintendente.
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