El juzgado de lo penal número 5 de Palma condenó ayer a un empresario a una pena de seis meses de prisión y a pagar una indemnización de 210.000 euros por un accidente laboral ocurrido en s´Illot en 2001 en el que un trabajador perdió la vida al quedar electrocutado. El acusado aceptó su responsabilidad en los hechos y se conformó con las penas solicitadas por el fiscal por un delito contra los derechos de los trabajadores en concurso con un homicidio imprudente.
Además del empresario, también fue condenado un electricista, que realizó una instalación defectuosa en la nevera causante de la descarga eléctrica. Este encausado aceptó una pena de dos meses de multa a razón de seis euros diarios por una falta leve de homicidio imprudente. También tendrá que abonar parte de la compensación destinada a la mujer del empleado fallecido y a sus tres hijos.
El accidente laboral se produjo el pasado día 3 de julio de 2001 en un restaurante ubicado en la Ronda del Matí, en s´Illot, en el término municipal de Manacor. Aproximadamente a las nueve y media de la mañana, el trabajador, Miguel Santandreu Sastre, de unos 34 años, murió electrocutado cuando reparaba una nevera en el citado establecimiento.
Los técnicos que realizaron las primeras inspecciones tras el siniestro detectaron fallos en la instalación eléctrica del aparato. La víctima estaba manipulando el mecanismo del refrigerador cuando recibió una tremenda descarga eléctrica, que le causó la muerte casi en el acto.
Según mantiene la acusación, días antes a estos hechos un electricista realizó un ´puente´ y no puso el diferencial, por lo que la instalación era defectuosa. Esto explicaría que el empleado, al entrar en contacto directo con los cables, quedara electrocutado. Por su parte, el empresario procesado no contaba con ningún plan de seguridad, por lo que incurrió en un delito contra los trabajadores.
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