Un jurado estadounidense halló el viernes a una ex asistente ejecutiva de Coca-Cola culpable de conspirar para robar secretos corporativos a la gigante de los refrescos y venderlos a su rival PepsiCo.
El esquema salió a la luz cuando PepsiCo, con sede en Nueva York, proporcionó a Coca-Cola en mayo de 2006 una copia de una carta de una persona que decía ser un empleado de alto nivel y que estaba ofreciendo muestras de productos y otra información confidencial, dijeron los demandantes.
Coca-Cola contactó luego con el FBI, que inició una investigación encubierta.
El veredicto fue leído en la Corte de Distrito en Atlanta. Joya Williams, una ex asesora del director de marcas globales de Coca-Cola, podría enfrentarse a 10 años de cárcel cuando sea sentenciada.
Williams, de 41 años, no expresó emoción mientras se leía el fallo, y su abogada, Janice Singer, agregó que planea apelar.
El fiscal asistente Byung Pak consideró que esa un "veredicto justo".
Williams había testificado que aunque rutinariamente copiaba y se llevaba a casa documentos para trabajar, que no había sido parte de un plan para robar y vender información sensible de su ex empleador.
Al contrario, dijo que fue engañada por Ibrahim Dimson, de Nueva York, y Edmund Duhaney, de Decatur, Georgia, otros dos acusados que se declararon culpables en octubre.
Duhaney testificó que Williams, una amiga de la familia, inició el plan y proporcionó documentos confidenciales de la compañía y productos de muestra.
El juicio, que comenzó la semana pasada, incluyó el testimonio de su ex jefe en Coca-Cola, su ex novio y un agente del FBI que integró una operación encubierta que eventualmente condujo al arresto de los tres acusados.
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