Casi la mitad de las demandas se pactan, se retiran o se resuelven sin que actúe la justicia
El 58% de las sentencias que dictaron el año pasado los juzgados de lo social de Barcelona fueron favorables total o parcialmente al trabajador. Los despidos y las reclamaciones de salarios son los asuntos en los que más se da la razón al obrero, mientras que las reclamaciones de pensiones de invalidez o jubilación son las que menos se estiman. Otro dato significativo que arroja la estadística oficial es que más del 43% de los asuntos se resuelven sin llegar a juicio, una proporción muy elevada en comparación con otras jurisdicciones.
En los 33 juzgados de lo social que hay en la ciudad de Barcelona entraron el año pasado 27.898 asuntos y se resolvieron 25.496 (incluidos los que no necesitaron juicio). Son las cifras más bajas de los últimos 10 años, hasta donde se remonta la estadística oficial. En 1997, por ejemplo, se registraron 35.694 casos y se resolvieron 35.524. La situación de la economía española de entonces no tenía nada que ver con la actual y la conflictividad laboral era mayor. De ahí que hubiese más pleitos. Francesc Leal, el juez decano de Barcelona delegado en la jurisdicción social, recuerda, además, que los únicos juzgados de la provincia estaban situados en la capital catalana y que pasaron varios años hasta que se crearon en otras ciudades del área metropolitana.
Más de la mitad de los asuntos (14.349) sentenciados el año pasado finalizaron en juicio y, por tanto, con sentencia, y el resto (11.147) se solucionaron por otras vías, básicamente la conciliación o el desistimiento de una de las partes.
De los asuntos juzgados, 7.002 concluyeron con sentencia totalmente favorable al trabajador, 1.315 con sentencia parcialmente favorable y los otros 6.032 con fallos en contra. Los porcentajes en cada caso son muy similares a lo largo de los años, con lo que no puede decirse que hayan ido cambiando los criterios de los jueces de lo social.
Mejor un mal pacto
Buena parte de los magistrados de lo social de la jurisdicción de Barcelona habían ejercido de abogados laboralistas con anterioridad, y eso les imprime en ocasiones un talante progresista que se evidencia en las sentencias.
Luis Moya, abogado de los servicios jurídicos de UGT, explica que la mayoría de las sentencias favorables al trabajador están relacionadas con la eventualidad de los contratos.
El magistrado Francesc Leal recuerda, además, que en la jurisdicción laboral se demanda en muy pocas ocasiones sin ninguna base, a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, con la jurisdicción penal. "Los abogados laboralistas ya hacen una criba de asuntos y saben que muchos se pueden ganar porque la ley es clara, igual que debe pasar en la jurisdicción civil", explica Leal. En cuanto a la estimación parcial de las demandas, explica que la mayoría de ellas son las llamadas reclamaciones de cantidad y, en algún caso, de despido. "Se reclaman tantos euros sabiendo que sólo corresponden la mitad. Pero se prueba", dice Leal.
En cuanto a los 11.147 asuntos que no llegaron a juicio, el prinicipal motivo fue el desistimiento de una de las partes implicadas (6.574 asuntos). La segunda vía fue la conciliación (3.400) y los otros 1.173 casos se resolvieron por archivo o inadmisión de la demanda.
¿Por qué se desiste en tantos pleitos? El magistrado Leal admite sin reparos que en muchos casos es porque el trabajador o la empresa desconfía del juzgado que ha de resolver el caso, porque tiene una u otra fama o bien porque es muy riguroso en la acreditación de la prueba o los hechos. Como algunas demandas no tienen plazo de caducidad, la ley permite desistir y volver a presentarla un tiempo después a la espera de que el nuevo juzgado asignado pueda resultar más proclive.
Luis Moya recuerda que en muchas ocasiones se presenta la demanda al mismo tiempo en el centro de conciliación y en el juzgado, pero como la ley obliga a que se intente primero un pacto, si finalmente se logra, se desiste. En el caso de las conciliaciones, Moya asegura que son la evidencia de la desconfianza que genera la justicia en una parte de la población. "La gente sigue pensando que siempre es mejor un mal pacto que un buen pleito, y no es por desconfianza de la técnica jurídica del juez, sino por la lentitud del proceso".
PERE RÍOS
Los comentarios están cerrados.