El FBI y la fiscalía investigan un nuevo caso de espionaje en una gran compañía estadounidense. Wal-Mart, la mayor cadena de supermercados del mundo, informó ayer de que ha despedido a uno de sus técnicos tras haber comprobado que espió y grabó llamadas telefónicas y correos electrónicos que tuvieron origen o destino en el sistema de comunicaciones de la empresa. Las grabaciones tuvieron lugar entre septiembre de 2006 y enero de 2007, e incluyeron las conversaciones entre un periodista del New York Times y el departamento de relaciones públicas de Wal-Mart. Además del técnico, fue despedido su supervisor y también fue sancionado un gerente.
Wal-Mart sostuvo que se enteró del supuesto espionaje gracias a la denuncia de otro trabajador y que informó a la fiscalía al día siguiente. La compañía también mantiene que ni autorizó ni estaba al corriente de esas actividades. Sobre el contenido de lo grabado, Wal-Mart considera que no se ha quebrado ninguna ley estatal ni federal. En septiembre pasado, cinco ejecutivos del fabricante de ordenadores HP, incluida su presidenta, Patricia Dunn, tuvieron que dimitir tras saberse que habían ordenado espiar las llamadas telefónicas de otros directivos para descubrir quién pasaba información a la prensa.
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