Un tribunal de apelaciones británico falló ayer en contra de una maestra auxiliar musulmana que se negó a quitarse el velo facial en una escuela de Dewsbury (norte de Inglaterra).
Aishah Azmi, de 24 años, recurrió a esa corte tras perder en octubre pasado la demanda por discriminación religiosa y acoso por sus creencias presentada en un tribunal laboral, que sí obligó a las autoridades locales a indemnizar a la mujer con 1.000 libras (unos 1.500 euros) por la persecución de la que fue víctima.
Un mes más tarde la mujer, que trabajaba como ayudante en las clases de inglés, fue despedida.
La escuela pidió a la maestra que se quitara el velo en clase y alegó que esa petición 'no tiene que ver con la religión' sino con una medida práctica para la mejor comprensión de los alumnos.
Azmi ha señalado que estaba dispuesta a quitarse en velo con los niños pero no cuando hubiese colegas masculinos presentes.
El centro docente, en el que estudian medio millar de niños de entre siete y once años, alberga a muchos alumnos procedentes de diferentes minorías étnicas en las que el inglés no es su primera lengua.
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