La Audiencia de Palma ha condenado a IB-Salut a que indemnice solidariamente a una enfermera que fue agredida por un paciente durante la huelga de técnicos de laboratorio desarrollada el año 2005. El agresor ha sido condenado a cumplir un año de prisión y a abonar una indemnización de 1.000 euros por las lesiones que sufrió la enfermera. Sin embargo, el tribunal establece que debe ser el IB-Salut el que responda también por esta indemnización porque entiende que el organismo autonómico es el responsable de garantizar la seguridad de sus empleados.
Esta agresión se produjo en el centro de salud Emilio Darder, en el Polígono de Levante. El día 28 de octubre de 2005 un paciente acudió a primera hora de la mañana al centro médico para que le extrajeran sangre para realizar un análisis. En esas fechas se estaba desarrollando una huelga de técnicos de laboratorio y se había reducido el número de analíticas. Ante esta huelga en los centros de salud sólo se atendía a un determinado número de pacientes, ya que si se superaba esta cifra no se realizaban las analíticas en el laboratorio.
El paciente no aceptó las explicaciones de la enfermera que le decía que no se le podía realizar esta analítica. El hombre reaccionó con violencia. Agredió con el bastón a la enfermera que estaba escribiendo detrás del mostrador. La mujer sufrió una lesión en la cabeza. Tuvieron que colocarle varios puntos de sutura. Estuvo varios días de baja y su plaza fue cubierta por una sustituta. Por esta agresión, el paciente, que tenía antecedentes por intento de homicidio, fue condenado a cumplir un año de prisión. Esta pena ha sido ahora ratificada por el tribunal de la sección segunda de la Audiencia, que no se limita sólo a valorar la actuación del agresor sino que profundiza en la falta de medidas de seguridad del centro de salud del Polígono de Levante. A pesar de que había una huelga en el sector sanitario de Balears, que había producido un gran malestar entre los usuarios de los centros de salud, el PAC Emili Darder contaba con un único vigilante de seguridad. Este vigilante estaba contratado por la gerencia de Atención Primaria. El tribunal entiende que las medidas de seguridad "en el centro de trabajo eran insuficientes", sobre todo teniendo en cuenta "que entonces había una huelga que duraba desde hacía algo más de un mes".
El magistrado Diego Gómez Reino, ponente de esta sentencia, establece que lo "aconsejable y prudente" era que el día de la agresión el vigilante hubiera permanecido junto a los trabajadores del PAC y no en la entrada del centro. De hecho, el paciente, antes de agredir con el bastón, ya se había mostrado algo violento y había intentado colarse en la cola para obtener un número de la lista.
Extremar medidas
Al analizar la situación que se produjo recuerda la sentencia que es al IB-Salut a quien le correspondía "el deber de controlar y supervisar la suficiencia de las medidas de seguridad existentes" en el centro de salud y se "debieron extremar, aunque fuera provisionalmente, ante una situación de huelga prolongada". De hecho, según pudieron ratificar varios testigos, el centro de salud del Polígono de Levante es "conflictivo".
Denuncia el juez que la institución sanitaria tenía el deber de comprobar e inspeccionar el servicio de seguridad que se prestaba en los centros de salud, y a pesar de que se trataba de un momento conflictivo en el sector por la huelga que estaba afectando a un número importante de pacientes, no se realizó ninguna visita al PAC para comprobar el nivel de vigilancia. En este sentido, recuerda el tribunal que tras este incidente, que motivó una protesta general de los trabajadores del centro, se aumentó el número de vigilantes.
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