El secretario de la Seguridad Social aboga por mantener el retiro a los 65 años, pero incentivar que se alargue la vida laboral
El Gobierno quiere poner coto a las prejubilaciones. Lo dijo ayer el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, en la capital de Asturias, uno de los territorios donde más trabajadores han recurrido a esta fórmula para evitar la pérdida del empleo.
Octavio Granado, que pilota Secretaría de Estado de la Seguridad Social, señaló que hay que «dar la vuelta» a la cultura de solucionar los conflictos laborales «a base de prejubilaciones». Su apuesta es clara: «Hay que quebrar este sistema de jubilaciones anticipadas».
Granado hizo estas declaraciones antes de participar en el acto de la entrega de medallas al Mérito en el Trabajo a la hostelera Rosa Morán y al doctor Luis Palenciano, ex director del Instituto Nacional de Silicosis.
El secretario de Estado de la Seguridad Social señaló que en el futuro, con una población más envejecida, «con menos niños y más personas mayores», habrá que empezar a pensar que la solución a los problemas laborales ha de pasar, no por las prejubilaciones, sino por cambios en las condiciones de trabajo, flexibilidad o reducción de la jornada.
Granado apostó por mantener la edad ordinaria de jubilación en los 65 años, y se mostró partidario de «incentivos» para que los trabajadores elijan «por decisión propia» postergar el fin de su actividad profesional.
El Gobierno apuesta, de momento, por la voluntariedad y por incitar a los trabajadores, mediante mejora de las pensiones futuras, a prolongar su vida laboral.
De momento, desde el Ejecutivo español no se habla de seguir los pasos de Alemania, que acaba de impulsar una reforma para elevar la edad de abandono del trabajo a los 67 años como medida para prevenir la salud de las arcas públicas y el mantenimiento del sistema de pensiones y de la atención sanitaria, dos de los pilares del Estado del bienestar europeo.
Octavio Granado siguió ayer con sus avisos a los navegantes, ante el superávit que registra la Seguridad Social. Se refirió así al futuro de las pensiones en España y dijo que sería «irresponsable» por parte del Gobierno subir las prestaciones sin garantías de que los ingresos de la Seguridad Social crecen «en igual proporción».
Puntualizó que el Ejecutivo que lidera el presidente Rodríguez Zapatero ha desarrollado el programa de elevación de las pensiones mínimas «más importante de la historia democrática de España», con una subida del 26 por ciento en esta legislatura y añadió que se está consiguiendo que las nuevas pensiones tengan un importe medio cercano a los 1.000 euros. «Las nuevas pensiones se ajustan bastante bien al salario de los españoles», puntualizó Octavio Granado.
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