El Juzgado de Instrucción número seis de Barcelona ha procesado al presidente de Habitat, Bruno Figueras, y a otros seis responsables de esta inmobiliaria por el accidente ocurrido el pasado 27 de julio en un edificio en obras de la calle de Almogàvers de Barcelona en el que murieron cinco trabajadores.
En su auto, el juez da por finalizada la instrucción de la causa y acuerda mantener provisionalmente la imputación contra 11 personas, responsables de Habitat y de las otras dos empresas subcontratadas que participaban en la construcción del inmueble donde ocurrió el siniestro.
El juez ha dado un plazo de 10 días a las partes personadas en la causa para que, si lo creen oportuno, soliciten la apertura de juicio oral contra los 11 imputados, lo que jurídicamente equivaldría al procesamiento en el caso de un procedimiento sumarial.
Ninguna medida "eficaz" de control
El auto sostiene que las empresas del grupo Habitat que participaban en la obra, "a pesar de su dimensión económica", no adoptaron "ninguna medida eficaz de control sobre el trabajo" que allí se realizaba, y mantiene imputado a Figueras por ser "el último responsable de las carencias" de seguridad.
Tras tomar declaración a 16 personas, el magistrado ha acordado mantener abierta la causa contra Figueras, contra el director general de Habitat, su coordinador de seguridad, el responsable de compras y el arquitecto técnico, así como contra el encargado y el jefe de obra.
También, contra el administrador y el encargado de la empresa FSI, subcontratada por Habitat para llevar a cabo la construcción del complejo de oficinas, y contra los dos ex administradores de Brendom, la firma subrogada para la que trabajaban, con identidades suplantadas, tres de las personas fallecidas en el siniestro, de nacionalidad paquistaní.
El arquitecto, exculpado
Esos dos administradores de Brendom fueron los responsables de la subcontratación con FSI, pero abandonaron la firma el día antes del suceso para ser sustituidos por otras dos personas de origen paquistaní que no han podido ser localizadas y el juez ha declarado en rebeldía.
En su resolución, el juez considera que el accidente laboral ocurrió al derrumbarse un muro de contención sobre la zanja en la que trabajaban los obreros, sin que se hubiera dispuesto ninguna medida de seguridad para impedir que la pared venciera.
Por el contrario, ha archivado la causa respecto al arquitecto que proyectó el complejo de oficinas, porque en su opinión el accidente no se debía a un defecto de su diseño, y respecto a otras cuatro personas que declararon como imputadas durante la instrucción del caso.
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