El controvertido Contrato de Nuevo Empleo autorizaba a las empresas pequeñas a despedir trabajadores sin justificación.
El Tribunal de Apelación de París ha declarado contraria al derecho internacional una reforma laboral faro del anterior gobierno francés encabezado por Dominique de Villepin.
Se trata del controvertido Contrato de Nuevo Empleo (CNE) que autoriza a una empresa de menos de 20 asalariados a despedir al contratado sin justificación durante los dos primeros años.
En su dictamen, el Tribunal de Apelación de París consideró que ese plazo no es razonable y, por tanto, juzgó que el CNE -creado en agosto de 2005- es una "regresión" y contrario al Convenio 158 de la Organización Internacional del Trabajo, ratificado por Francia.
Por el momento, el Tribunal Supremo (la más alta institución del orden judicial) aún no se ha pronunciado sobre el CNE.
Esta batalla judicial arrancó el 28 de abril pasado, cuando la magistratura de trabajo de Longjumeau (Essonne) recalificó el CNE en Contrato de Duración Indeterminada (CDI). Esa instancia estimó que la ordenanza del 2 de agosto de 2005, que creaba el CNE, es contraria al derecho internacional, un dictamen de principio que constituía una primicia. Esa decisión respaldada fue recurrida por el prefecto de Essone (afueras de París) ante el Tribunal de Apelación de París, que ha dado hoy la razón a la Magistratura de Trabajo.
Al Gobierno le interesaba que el CNE fuese sólo competencia de la justicia administrativa porque este polémico contrato impulsado por el conservador Villepin, había sido validado por el Consejo de Estado (máxima autoridad en materia administrativa) el 19 de octubre de 2005.
El CNE es el hermano mayor del Contrato de Primer Empleo (CPE) que Villepin lanzó sin concertación en enero de 2006 y que fue abandonado después de semanas de movilizaciones sindicales y estudiantiles.
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