La Confederación Intersindical Galega (CIG) expresó ayer su rechazo a la reforma de la Ley de Función Pública, que previsiblemente será aprobada hoy por el Parlamento, por considerar que se trata de una "campaña mediática" que "no solucionará" los problemas de inestabilidad de la administración.
Según la central nacionalista, el proceso selectivo de carácter extraordinario previsto en la modificación normativa es, "indudablemente", un paso necesario para reducir el "trabajo precario" de la Xunta. Sin embargo, denuncia que "no existe" un remedio "definitivo e infalible", sino que la solución pasa por ir reduciendo "gradual y sistemáticamente" la situación.
La CIG lamenta que el Ejecutivo bipartito pretenda "resolver las cuestiones laborales en los medios de comunicación", pues esta central "no quiere respuestas de salón", sino "profesionalidad y transparencia" por parte de los dirigentes políticos.
Por ello, propone otros métodos de regulación del trabajo para solventar esta inestabilidad laboral, entre los que cita la "adecuación entre las necesidades de la administración y los puestos de trabajo ofertados" y la "convocatoria anual" de concursos de traslado y ofertas de empleo.
Asimismo, advirtió de que los tribunales de las oposiciones no pueden "depender" de la Dirección Xeral de la Función Pública" y concluyó que estas pruebas de selección deben ser "plurales", "técnicas" y cualificar las aptitudes de los aspirantes a través de "temarios adaptados a los puestos de trabajo".
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