Las manifestaciones y enfrentamientos eran lo último que esperaba Eland, una empresa que se hizo conocida por su política favorable a emplear mujeres. La compañía pasó de tener sólo una tienda en 1980 a una cadena con 28.000 millones de dólares de ingresos y miles de empleadas.
En un país donde las mujeres aún tienen pocas posibilidades de conseguir trabajo, Eland se destacó por su capacidad de innovación y su ética en la materia. La compañía ofrecía empleos a tiempo parcial como cajeras o vendedoras a las interesadas en incorporarse al mercado laboral.
Pero su imagen se hizo añicos el 30 de julio cuando una de sus grandes tiendas se volvió escenario de enfrentamientos entre la policía antidisturbios y 197 trabajadores, en su mayoría mujeres, que ocupaban el lugar de trabajo desde hacía dos semanas.
Las consecuencias del conflicto exceden las pérdidas monetarias de la empresa. Lo sucedido mancha la reputación de Eland, que en la década de los 90 figuró entre las 10 compañías en las que más les hubiera gustado trabajar a las mujeres, según varias encuestas.
El presidente del grupo Eland, Park Song-Su, antes considerado como uno de los empresarios ejemplares de Seúl y uno de los donantes más generosos, ahora casi desapareció de los ámbitos públicos. Los elogios que recibieran la empresa y su presidente se han silenciado o se han convertido en críticas.
El cambio de opinión no fue repentino
Desde fines de la década de los 90, los trabajadores de Eland se quejaban de sus empleos medio tiempo en condiciones de explotación.
La nueva norma laboral, que entró en vigencia el 1 de julio, establece que los empleadores pasen a los trabajadores de a tiempo parcial con más de dos años de antigüedad a un régimen de tiempo completo y los inscriban en sus planillas de pago.
La nueva norma favoreció a muchos trabajadores, pero perjudicó a muchos más.
Varias compañías como Homeplus, de Samsung-Tesco, una empresa de riesgo compartido de Samsung y la británica Tesco, decidieron mejorar la condición de sus 2.600 cajeros y vendedores de medio tiempo.
Su sueldo será menor que el de los empleados que ya estaban regularizados, pero recibirá el mismo trato en lo que respecta a prestaciones de seguridad social y beneficios de becas escolares para sus hijos.
Pero otros se quedaron sin empleo. Muchos empleadores decidieron prescindir de sus trabajadores a tiempo parcial antes de que cumplieran el plazo de dos años y reemplazarlos con mano de obra más barata y trabajadores zafrales.
Cuarenta por ciento de las 198 empresas consultadas decidieron terminar los contratos a tiempo parcial, según una encuesta realizada el 19 de julio por el periódico Hankyoreh y el portal JobKorea.
Sólo 27,2 por ciento de las compañías estaban en condiciones de incorporar a sus empleados de medio tiempo, señaló el estudio.
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