El alcalde de Llanos del Caudillo (Ciudad Real), Santiago Sánchez, interpuso esta semana una denuncia ante la Fiscalía de Ciudad Real por los problemas de inseguridad que entre esta población de 729 habitantes está generando un asentamiento de 350 inmigrantes de origen rumano, cuando el máximo de trabajadores que se precisan en la localidad en el momento más álgido de la recolección es de 60 ó 70 personas.
Según explicó Sánchez, los inmigrantes viven en unas condiciones «tercermundistas, en las chabolas que se han construido en un solar municipal en el que no disponen de agua, ni de luz, y en el que la basura se acumula, con los consiguientes problemas de insalubridad». El presidente de la Corporación lamentó que los miembros de este asentamientos «hacen sus necesidades en la plaza y les da igual que les llames la atención. Además, los niños están sin escolarizar y hay mujeres embarazadas que viven en esas condiciones».
Pero lo más «grave» para Santiago Sánchez es la situación de inseguridad que se está viviendo en la localidad, donde ya ha habido varios robos, tanto en casas como en los huertos. «Aprovechan la buena fe de los vecinos y cuando van a pedirles agua a sus casas, aprovechan para desvalijarles».
Desde hace tres años
Esta situación que se vive en el municipio no es nueva ya que, como recordó el alcalde, llevan desde hace tres años recibiendo cientos de inmigrantes, aunque del año pasado a éste se ha pasado de 200 a 350 inmigrantes.
Por este motivo, Sánchez deseó que se agilicen los trámites y el pueblo reciba algún tipo de apoyo porque teme que «cuando llegue la orden de desalojo ya se haya levantado el poblado, y en marzo del año que viene volverán otra vez».
Este no es el único asentamiento de ciudadanos rumanos localizado en Castilla-La Mancha. De hecho, la Guardia Civil contabilizó esta semana 349 inmigrantes, en su mayoría de esta nacionalidad, en nueve asentamientos distintos de municipios albaceteños, como Balazote o La Gineta, próximos a La Herrera, de donde huyeron varios cientos de ellos, tras la intervención de los Antidisturbios de la Guardia Civil.
Precisamente, muchos de los rumanos de La Herrera se trasladaron a otros municipios albaceteños tras la presencia de antidisturbios en el campamento instalado junto al trasvase Tajo-Segura.
El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano confirmó que el incremento de los agentes de la Guardia Civil que vigilan la zona continuará estos días para garantizar la seguridad y evitar que se produzcan enfrentamientos entre vecinos de los municipios e inmigrantes de los asentamientos.
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