La Comisión Europea informó ayer de que está evaluando el cumplimiento de la directiva de ordenación del tiempo de trabajo en la UE y advirtió de que, cuando finalicen estos trabajos antes de fin de año, expedientará a los países que no respeten los límites a la jornada laboral que fija la norma.
Estas declaraciones son la reacción al informe especial que el Defensor del Pueblo Europeo, Nikiforos Diamandouros, envió a la Eurocámara el pasado 17 de septiembre criticando al Ejecutivo comunitario por no ocuparse de la queja de un médico alemán sobre el incumplimiento de la directiva de tiempo de trabajo.
El Ejecutivo comunitario se excusó de no haber abierto hasta ahora ningún procedimiento de infracción por este asunto, alegando en su defensa que en septiembre de 2004 propuso reformar la directiva. No obstante, Diamandouros consideró que la Comisión no tiene derecho a posponer indefinidamente la atención a las quejas sólo porque la directiva vaya a ser corregida en el futuro.
El comisario de Empleo y Asuntos Sociales, Vladimir Spidla, lamentó en un comunicado las críticas del Defensor del Pueblo y volvió a incidir en la propuesta legislativa de 2004 que, de salir adelante, "modificarían la directiva en varios de los aspectos mencionados en esta queja".
A continuación subrayó que "la prioridad de la Comisión siempre ha sido tratar de obtener un acuerdo político aceptable y equilibrado en el Consejo sobre los cambios propuestos para esta directiva" y expresó su decepción por el hecho de que esto aún no haya sido posible.
Además recordó que, en marzo de 2007, tras el último fracaso de esta búsqueda de acuerdo entre los Veintisiete en el Consejo de Empleo de noviembre de 2006, pidió a todos los Estados miembros que enviaran informes detallados sobre la puesta en marcha de la directiva de tiempo de trabajo, que llegaron a Bruselas durante este verano, y explicó que esta información se incluirá en los análisis de todas las quejas abiertas actualmente.
Finalmente, Spidla anunció que, a finales de 2007, cuando esté totalmente terminado el informe general de los servicios de la Comisión sobre la puesta en práctica de la directiva, propondrá procedimientos de infracción si es necesario, a no ser que se llegue a un acuerdo político de última hora sobre la modificación de la directiva durante la presidencia portuguesa de la UE.
El comisario adelantó que "si no se consigue ningún acuerdo, habrá que considerar todas las opciones, incluso la retirada de la propuesta de reforma actual".
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