Un bombero negro estadounidense que afirmó ser víctima de racismo por parte de sus colegas, que le sirvieron comida para perros, obtuvo el martes 1,43 millones de dólares (algo más de un millón de euros) por daños y perjuicios, tras una aprobación del consejo municipal de Los Ángeles.
Esta decisión pone fin a un conflicto legal de casi dos años entre la administración de la ciudad y este bombero, quien fue suspendido y que le costó el puesto al jefe del cuerpo de bomberos en diciembre de 2006.
Tennie Pierce, que era el único bombero negro de su grupo, aseguró que sus colegas lo hostigaban por su color de piel y le sirvieron comida para perros en un plato de pasta sin que él lo supiera, para luego mofarse.
En una primera instancia judicial, Pierce obtuvo 2,7 millones de dólares por perjuicios, pero el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, impuso su veto subrayando que el bombero había sido fotografiado también haciendo bromas a sus camaradas.
Pierce decidió entonces lanzar un proceso en lo civil, que terminó en un acuerdo amistoso. Este martes, Villaraigosa votó a favor de este desembolso como parte final de un acuerdo que establece la renuncia de Pierce del Departamento de Bomberos.
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