En 31 de los 52 estados de EE UU es legal despedir a alguien por su preferencia sexual. El Partido Demócrata quiere acabar con esta discriminación.
El primer paso se dio el miércoles pasado, cuando el Congreso aprobó una ley de derechos civiles por 235 votos contra 184. La Ley de No Discriminación en el Trabajo garantiza que no se podrá despedir a gays, lesbianas o bisexuales por el mero hecho de serlo.
El único gay reconocido en el Congreso, Barney Frank, se opuso a que esta ley se refiriera expresamente a opciones sexuales "porque podría llevar a recelos y a un rechazo". La mayoría de organizaciones gays y 25 demócratas liberales se han opuesto a la ley por motivos similares.
"Es duro tener que votar contra esta ley", dijo el representante demócrata Jerrol Nadler. "Nunca he votado contra una ley de derechos civiles en mi vida. Y no quiero hacerlo, pero esta ley se basa en una táctica equivocada", dijo. La asociación National Gay and Lesbian Task Force afirmó que "esta ley no cuenta con el apoyo mayoritario de la comunidad gay".
Los transexuales han sido dejados de lado en la ley. Al principio se incluía una mención a ellos, pero los demócratas moderados decidieron excluirlos para arañar así algunos votos republicanos. En 39 estados, los transexuales pueden ser despedidos por el mero hecho de serlo. La representante demócrata Tammy Baldwin, abiertamente lesbiana, pidió que se incluyera une enmienda de último momento para incluirlos. "Las personas transexuales merecen que las escuchen, saber que no se les olvida. Aún hay mucho trabajo por hacer".
La presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, se presentó a la votación con un lazo morado en solidaridad con la comunidad homosexual. Explicó que, desde que llegó al Congreso, hace 20 años, esperaba el día en que se aprobaría esta ley. "Estamos construyendo un momento importantísimo en los derechos de la comunidad gay y de todos los americanos", dijo emocionada. "Hoy es un día histórico para América".
No todas las organizaciones piensan así. "Hoy se ha escrito parte de la historia de los derechos civiles en la Cámara de Representantes", dijo el presidente de Human Rights Campaign. "Este voto del Congreso es un paso muy importante en la seguridad de que millones de gays y lesbianas de EE UU nunca tendrán que volver a sentir el miedo de perder sus trabajos por ser quienes son". Según esta ONG, un 70% de los homosexuales de EE UU prefiere una ley que excluya a los transexuales a no tener ley ninguna.
De pasar todos los filtros del Congreso, la iniciativa se convertirá en un tema importante en la campaña presidencial. Pero el paso por el Capitolio no va a ser fácil. Tiene que pasar el voto en el Senado, mucho más conservador que la Cámara.
YOLANDA MONGE
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