Policías adscritos al Grupo II de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedades (Ucrif), de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de esta capital procedieron a la detención de dos ciudadanos marroquíes que retenían a cuatro mujeres de la misma nacionalidad en un chalet de El Sauzal, sin dinero, ni comida, amenazándolas con la expulsión del país si se atrevían a abandonar la vivienda.
Las primeras informaciones indicaron la existencia de un chalet sito en el municipio de El Sauzal en el que se encontrarían residiendo cuatro ciudadanas de Marruecos a las que habrían traído a España, con la documentación en regla, a cambio de una importante suma de dinero. Tras diversas investigaciones llevadas a cabo por integrantes del citado Grupo, se pudo determinar el domicilio en el que se podrían encontrar las mujeres, dirigiendo todos los esfuerzos hacia la consecución de un doble objetivo: por un lado, acabar con la precaria situación en la que se pudieran encontrar las inmigrantes, y por otro, poder identificar al posible o los posibles responsables que motivaron esa situación de desamparo.
Como resultado de las gestiones realizadas se pudo determinar que los responsables de los presuntos hechos delictivos que pudieran estar produciéndose serían dos personas con residencia en España, de nacionalidad Marroquí, siendo identificadas como T. Q., de 31 años de edad, y F. E., de 30 años, ambos varones, procediéndose con gran celeridad, por parte del Grupo II UCRIF, a ponerse en contacto con las víctimas del hecho con el fin de conocer, de primera mano, las circunstancias en las que habrían realizado el viaje, así como las condiciones en las que estarían residiendo en España.
Los miembros de la Unidad de Investigación se encuentran una situación deplorable cuando, por manifestaciones de las víctimas, se sabe que las mismas carecen de dinero, alimentos, agua caliente, hacinadas en una habitación, con colchones en el suelo. Tras gestiones posteriores descubren que habían pagado unos 10.000 euros cada una a T. Q. en Marruecos a cambio de que les trajeran a España a trabajar, circunstancia que se produjo en parte ya que, si bien llegaron con la documentación en regla, no iniciaron actividad remunerada alguna. Hay que destacar que las víctimas se mantenían en el chalet debido a que estaban coaccionadas por los T. Q. y F. E. , los cuales manifestaban que, si se iban, serían devueltas a Marruecos, alegando que tenían importantes contactos en España, e indicándoles, igualmente, que cuando empezaran a trabajar no cobrarían.
Ante tales circunstancias, los investigadores procedieron a ponerse en contacto con un centro de acogida en el que pudieran hospedarse las cuatro mujeres con el fin de terminar de forma drástica con la dramática experiencia que estaban viviendo, haciéndose tales contactos efectivos de inmediato.
Finalmente la investigación llegó a su término procediéndose a la detención de los dos ciudadanos antes mencionados, siendo imputados por los presuntos delitos de coacciones y contra los derechos de los trabajadores. Las cuatro mujeres se encuentran en un centro de acogida a la espera de una oportunidad de poder iniciar su vida laboral.
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