El trabajador recibirá además 74,08 euros diarios por los salarios no cobrados desde su despido, en julio pasado.
Un juzgado de lo Social de Bilbao ha condenado al BBVA a indemnizar con 30.000 euros por daños morales y a readmitir a un informático al que despidió poco después de que hubiese ganado en los tribunales al banco el derecho a formar parte de su plantilla, después de estar varios años empleado por una contrata. El trabajador recibirá además 74,08 euros diarios por los salarios no cobrados desde su despido, en julio pasado.
El afectado, Miguel Ángel F.F., empezó a trabajar como informático para la empresa Azertia en 2000. Seis meses después, pasó a un puesto en la sede del BBVA en el barrio bilbaino de Sarriko, en el que permaneció cuatro años. Su reclamación para que fuese integrado en la plantilla del banco motivó que desde julio de 2005 Azertia no le diese ninguna ocupación real.
El caso, en el que el sindicato UGT se personó como coadyudante en defensa de los derechos del trabajador, llegó a los tribunales. Un juzgado de lo Social bilbaíno falló en junio pasado que la empresa realizó un "hostigamiento" intencionado del trabajador. El caso llegó después al Superior, que estableció que el BBVA debía reincorporarlo a su plantilla. El mismo día fijado para ello, en julio pasado, el banco le entregaba la carta de despido alegando que no podía ofrecerle un puesto en su departamento de informática acorde con su perfil profesional.
Tras recurrir el despido, el juez considera ahora "probado" que sólo unos días más tarde el BBVA contrató a más de 200 analistas informáticos. La sentencia añade que ha habido "una conducta de represalia por parte del empresario" por las demandas judiciales del informático.
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