Una sentencia del Juzgado de lo Social número 2 de Bilbao ha reconocido como hechos probados la existencia de acoso a miembros del sindicato Erne que trabajan dentro de la unidad de Juego de la Ertzaintza, así como los intentos de controlar la ideología de un agente, al que intentaron vincular con el movimiento Basta Ya. La sentencia muesta su extrañeza porque un caso de bajas laborales no haya sido tratado como 'mobbing' y considera que los problemas de salud que sufrió el policía acosado se deben considerar un accidente de trabajo ya que derivan del conflicto entre mandos y agentes. Erne, por su parte, ha anunciado que estudia presentar una querella penal por el acoso a sus representantes.
La polémica de la unidad de Juego en cuanto a la existencia de un supuesto acoso laboral en su seno viene de antiguo, aunque ha sido en los últimos meses cuando ha comenzado a tener una respuesta judicial. Los motivos que dieron pie a la denuncia se iniciaron en 2002, pero la querella no se presentó hasta 2003, cuando tres agentes denunciaron ser víctimas de 'mobbing' e incluso uno de ellos tuvo que ingresar en el hospital. Los propios mandos denunciaron a su vez a los policías vascos promotores de la querella. Las demandas de cada parte fueron rechazadas y el caso pasó entonces a los juzgados de lo contencioso administrativo.
Un nuevo mando
En la última sentencia, fallada el pasado mes de noviembre y referida a la baja sufrida por un agente de la unidad, se considera como hechos probados que en la sección de Juego existía un fuerte conflicto interno a raíz de la llegada de un nuevo mando. La resolución se hace eco de una cadena de enfrentamientos internos registrados por cuestiones de horario que van en aumento. En ese momento los mandos comienzan a abrir expedientes y presentar amonestaciones contra varios ertzainas, «sólo a miembros del sindicato Erne». En octubre de 2002 a un policía también «le inquieren para saber si está integrado en el colectivo Basta Ya, con intención de controlar su ideología política».
Precisamente, en esa época todavía subsistía un fuerte enfrentamiento entre el departamento dirigido por Javier Balza y Basta Ya. En el mes de julio, el movimiento ciudadano había organizado una manifestación frente a la Academia de Arkaute después de que la consejería hubiera decidido expedientar a un ertzaina que, fuera de servicio y en una conversación privada en un bar, dijo: «Euskadi es una puta mierda. Viva España». El agente fue denunciado por un concejal del PNV que escuchó la discusión. Basta Ya organizó el acto de protesta para reclamar el derecho a la libertad de expresión en la Policía vasca y la consejería les acusó de practicar «el juego sucio» y tratar de desacreditar a la Ertzaintza.
En su sentencia, el juzgado obliga al Departamento de Interior y a la mutua que trata a los agentes a considerar accidente de trabajo los problemas de ansiedad sufridos por el ertzaina durante más de medio año, por lo que deberán indemnizarle. La autora de la sentencia se sorprende de que el caso no se denunciara como 'mobbing' ya que «las situaciones descritas se acercan peligrosamente a dicho concepto».
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