El Sindicato de Obreros del Campo (SOC) de Almería anunció ayer que formulará denuncia judicial contra Coexphal y contra la empresa Hortalizas del Almanzora de Pulpí (Almería) por el incumplimiento del Convenio del Campo y el despido improcedente de nueve trabajadores senegaleses contratados en origen por un periodo de nueve meses.
En rueda de prensa, un miembro del sindicato, Spitou Mendy, explicó que la sociedad pulpileña argumentó "falta de interés", "baja productividad" o escasa "integración" en el despido, el pasado día 5, de los nueve peones, que se negaron a firmar el documento entregado por la empresa ya que su contrato en origen se extendía hasta el mes de mayo.
Estos despidos se suman a otros cinco practicados el pasado mes de enero por las mismas razones, aunque en este caso, según lamentó el SOC, los trabajadores senegaleses firmaron la hoja de despido por "desconocimiento" y porque estaba escrita en castellano, lengua que no dominan.
Un portavoz del grupo de empleados despedidos explicó que el pasado 14 de septiembre llegó a Pulpí un contingente de 75 trabajadores contratados en Senegal para la empresa Hortalizas del Almanzora a través de Coexphal, que se hizo cargo de los trámites en el país africano, donde entregó a cada uno un documento con todas las condiciones del acuerdo.
Los peones lamentaron sin embargo el incumplimiento de "todas las promesas", como el pago del billete de avión, que Hortalizas del Almanzora descontó de su primer sueldo –400 euros–; la cuantía del salario, estipulado en 43,12 euros por hora en el Convenio del Campo aunque aseguran haber recibido sólo 30 euros; y el precio del alojamiento, fijado en 120 euros al mes.
"ESCLAVITUD".
En cuanto a sus condiciones de vida y de trabajo, tanto el SOC como los propios inmigrantes criticaron que viven y trabajan como "auténticos esclavos", ya que las habitaciones se comparten entre hasta siete personas en un cortijo que no cuenta con calefacción, está deteriorado y se encuentra a tres kilómetros del centro de salud más próximo.
Además denunciaron que se levantan a las cinco de la mañana y recorren todos los días 100 kilómetros en autobús para llegar a una explotación agrícola donde "si envuelves mal una lechuga, te quitan tres días de sueldo" y que la jornada laboral se extiende hasta las seis de la tarde, apenas sin descansos y tras lo que espera el viaje de regreso al cortijo.
Los trabajadores aseguraron además ser víctimas de "acoso laboral" y "amenazas" y relataron que la empresa les retiró sus pasaportes nada más llegar y no se los entregó hasta dos meses más tarde, después de convocar una jornada de huelga que se saldó con "intimidaciones" por parte de la Guardia Civil.
El SOC lamentó el "fracaso" de la contratación en origen que, según recordó, fue presentada por la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, como una fórmula para acabar con la inmigración clandestina, la "marginalidad" y la contratación ilegal "por parte de empresarios sin escrúpulos".
Sin embargo, el colectivo afirmó que el "incumplimiento" por parte del contratante de las condiciones pactadas lleva a muchos extranjeros a vivir "clandestinamente" por rescisión de contrato antes de tiempo o porque tienen que dejar el trabajo "dadas las pésimas condiciones" en las que son obligados a vivir.
A su juicio, este es el primer caso de despido ilegal de trabajadores senegaleses contratados en origen pero no el primero que se registra en Almería, donde se han dado situaciones similares con inmigrantes traídos desde Sudamérica u otros países africanos.
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