Un cabo primero de la Guardia Civil, adscrito al destacamento de Tráfico de Talavera de la Reina, ha presentado una denuncia contra toda la cadena de mandos por un supuesto delito de abuso de autoridad en el ámbito militar, lo que sería equivalente a la prevaricación en el ámbito penal ordinario. Se trata de la primera vez que ocurre un hecho similar en la historia del Cuerpo.
El cabo primero, J.L.S.S., presentó inicialmente una demanda contra el capitán de la Guardia Civil y jefe del Subsector de Tráfico de Toledo, J.M.G.A., con fecha de entrada de 12 de Septiembre de 2006; pero recientemente la denuncia –admitida a trámite y remitida al Tribunal Militar Central- ha sido ampliada con fecha de 7 de Diciembre de 2007 a toda la cadena de mandos, incluyendo al teniente coronel jefe del Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Toledo, J.L.R.R; al coronel jefe de la Jefatura de Recursos Humanos de la Agrupación de Tráfico, J.B.R.; y al general jefe de la Agrupación, R.M.M.
Según ha podido saber LA VOZ de Talavera, el motivo que ha llevado a este cabo de la Guardia Civil, de trayectoria ejemplar, a iniciar este proceso es una sucesión de hechos que a lo largo de los últimos dos años y medio han motivado la pérdida de su Especialidad de Tráfico y que, según la demanda de J.L.S.S., no se deben a circunstancias objetivas sino a un presunto abuso de poder por parte de sus superiores. La ampliación de la demanda al resto de la cadena de mandos se ha debido a que, tras revisar la documentación que ha generado el propio proceso, J.L.S.S. ha considerado que debe responsabilizar a todos ellos de su situación actual.
La historia se remonta a Septiembre de 2005, cuando el demandante y otro compañero del Destacamento de Talavera fueron propuestos por el jefe del Sector de Tráfico de Toledo, J.L.R.R., para realizar las pruebas de renovación de la Especialidad de Tráfico ya que, según la documentación a la que ha tenido acceso este semanario, el cabo podría “haber perdido la aptitud necesaria para el ejercicio de la misma”.
En dicho escrito se asegura que “desde finales del pasado año -2004- este cabo primero –se refiere al ahora denunciante, J.L.S.S.- está mostrando una actitud deficiente en el desempeño de sus funciones” y considera que “de forma deliberada influye además de forma negativa sobre la Unidad” debido a que “tiene cierta influencia sobre el resto del personal de la Unidad”.
Este escrito es posterior en el tiempo a la famosa ‘huelga de bolígrafos caídos’, con la que una buena parte de los agentes redujeron el número de sanciones a partir de Febrero de 2005 como medida de presión. Meses después se propuso la pérdida de la Especialidad de Tráfico a 17 guardias de toda España, 8 de ellos a iniciativa del jefe del Sector de Tráfico de Toledo, J.L.R.R., entre los que se encontraban los dos cabos del Destacamento talaverano, uno de ellos el demandante.
Según algunas fuentes consultadas por este semanario, esta propuesta podría deberse a una supuesta medida de presión sobre el grueso del colectivo, utilizando la pérdida de la especialidad de estos guardia civiles como acicate ante este descenso de sanciones. La medida debió de surtir algún efecto, ya que de inmediato se incrementó de forma notable el número de multas impuestas.
A partir del momento en el que se le comunica la propuesta para la pérdida de su especialidad, el cabo primero se da de baja psicológica e inicia el proceso legal en el que está inmerso y que le ha hecho ser protagonista de episodios realmente llamativos.
Uno de ellos tuvo lugar en Octubre de 2006, cuando el citado J.L.S.S., pese a estar de baja psicológica debidamente certificada, fue convocado a la Escuela de Tráfico de Mérida para realizar las pruebas extraordinarias de renovación de la Especialidad de Tráfico. El cabo alegó que se encontraba de baja laboral desde un año antes, pese a lo cual le fue remitido un escrito por parte del general jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en el que se le recordaba que la no realización de las pruebas de aptitud supondría la caducidad de dicha Especialidad.
Por este motivo, el cabo primero se desplazó finalmente a Mérida, donde el comandante presidente del Tribunal de los exámenes, J.L.G.F.N., no quiso realizarle la prueba “al presentar un certificado médico, expedido por el Servicio de Sanidad de la 3º Zona de la Guardia Civil, en el que se refleja que no se encuentra capacitado para llevar a cabo las pruebas de aptitud”.
Pese a ello, dos semanas después, J.L.S.S. recibió la notificación de que tras ser convocado “para la realizar las pruebas de aptitud de la Especialidad de Tráfico, las que realizó el pasado día 3 de Noviembre de 2006 en la Escuela de Tráfico de Mérida’, el resultado era de no aptitud” e incluso se le informaba de su derecho a “solicitar la revisión de las pruebas”; pruebas que, como está certificado, ni siquiera llegó a realizar.
Como señalábamos al principio del texto, la denuncia por acoso se ha ampliado recientemente a varios mandos de la Guardia Civil por diferentes motivos. Por ejemplo, al coronel jefe de Recursos Humanos, J.B.R., se le responsabiliza de una conversación en la que, según el propio demandante, se le intenta persuadir de la defensa de sus derechos.
Por su parte, J.L.S.S. considera que el general jefe de la Agrupación de Tráfico, R.M.M., ha sido consciente de todo este proceso y es responsable del retraso en la remisión del documento que acredita el rendimiento de actividades del cabo primero, solicitado por el juez que instruye el caso, y que tuvo que pedir hasta en cuatro ocasiones. Incluso el Defensor del Pueblo ha aludido a este asunto en su memoria anual de actividades.
Lo cierto es que hasta que le fue comunicada la pérdida de su Especialidad de Tráfico, J.L.S.S. tiene una trayectoria intachable. Ingresó en la Guardia Civil en 1987 -es hijo del Cuerpo- y tras varios destinos recaló en Talavera hace 15 años. Es cabo primero desde 1992, año en el que logró la Especialidad de Tráfico. Ha sido condecorado en dos ocasiones: una con la Medalla al Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco y otra con la Cruz de Plata, ambas por actos de servicio. En cuando a su formación, este cabo primero es especialista en transportes, mecánico de helicópteros, ha realizado cursos de Derecho Penal y Procesal y actualmente lleva a cabo un curso en Investigación Procesal a través de la UNED.
Un expediente brillante que puede quedar en nada ya que en los próximos días, debido a lo prolongado de su baja laboral, J.L.S.S. se verá obligado a abandonar el Cuerpo por lo que espera, con este proceso, lavar una imagen que, hasta el inicio de esta historia, había sido inmaculada.
La Secretaría de Estado investiga su caso
Hace unas semanas, diversos medios de comunicación -incluyendo este semanario- nos hicimos eco de la noticia publicada por diariocritico.com en la que se aseguraba que el Ministerio del Interior había llevado a cabo una auditoría en el Destacamento de Tráfico de Talavera y en el Sector de Tráfico de Toledo en relación a la emisión de certificados falsos de cursos de radar. Según fuentes a las que ha tenido acceso LA VOZ de Talavera, dicha investigación -llevada a cabo por miembros de la Subdirección General de Inspección de Personal de la Secretara de Estado para la Seguridad- estaría directamente relacionada con el caso del cabo primero J.L.S.S. y la denuncia presentada por la cadena de mandos. Los funcionarios encargados de esta auditoría, según las mismas fuentes, habrían realizado un trabajo meticuloso y de gran valor, de cara a depurar las posibles responsabilidades que existieran en este caso. Dentro de ellas estaría también la investigación sobre los radares, un caso con el que el protagonista de esta historia también tuvo relación, ya que en su momento se negó a aceptar un certificado de un curso, el de radar, que ni siquiera se le había impartido.
http://www.guardiasciviles.com/ver_noticias.asp?id=6868
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