Brenco, una empresa que produce etanol de caña de azúcar y en la que tiene intereses el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, será demandada por el Ministerio del Trabajo, acusada de mantener a unos 1.500 trabajadores en condiciones precarias, informó ayer la prensa.
El Procurador del Trabajo Antonio Carlos Cavalcante dijo que serán abiertas tres demandas civiles públicas contra la empresa por ‘daños morales colectivos’, según explicó el diario Folha de Sao Paulo.
Cada una de las demandas tendrá un valor de cinco millones de reales (en total unos 8,9 millones de dólares).
Brenco es registrada en Brasil por inversionistas locales e internacionales.
Según la propia empresa, entre sus accionistas se encuentran, además de Bil Clinton, millonarios de la talla de Stephen Case, fundador de AOL, el ex presidente del Banco Mundial James Wlfensohn y el indio radicado en Estados Unidos Vinod Khosla, fundador de Sun Microsystems.
El viernes, el Grupo Móvil, una dependencia del Ministerio del Trabajo, informó que sus fiscales localizaron al menos 133 empleados en condiciones degradantes de ‘trabajo y alojamiento’ en una hacienda de caña en la localidad de Mineiros, estado de Goiás (centro).
Otros 17 fueron localizados en el municipio de Campo Alegre, en el mismo estado.
‘La operación, que se inició el 26 de febrero, fiscaliza empresas del Grupo Brenco, una de las mayores productoras de etanol del país’, señaló el ministerio ayer.
La Auditora Fiscal del Trabajo, Jaqueline Carrijo, coordinadora de la operación, dijo que 116 trabajadores estaban alojados en tres casas y dos hospederías en Mineiros y ‘muchos se quejaban de que pasaban hambre y frío y que estaban hacinados y en pésimas condiciones de higiene’.
‘Los contratadores les hicieron promesas no cumplidas. Muchos de ellos no quieren permanecer en la empresa’, dijo Carrijo, según los servicios de prensa del Ministerio.
Los otros 17 trabajadores hallados en Campo Alegre ‘tenían que pagar alquiler en un alojamiento sucio, donde había ratas y cucarachas y con basura, ropa y pertenencias por el suelo’, agregó.
El Grupo también encontró otras irregularidades en instalaciones que abrigan a 1.400 trabajadores en Alto Taquiari, en el estado de Mato Grosso.
‘El transporte irregular y la imposibilidad de comunicación dejaba a los trabajadores sin poder hablar con sus familias’, explicó Carrijo.
En haciendas de caña de la empresa, los fiscales vetaron el uso de camiones que no tenían condiciones mínimas de seguridad
Tampoco había abrigo para las comidas, instalaciones sanitarias, ni siquiera jabón para lavar las manos de los trabajadores que lidian con productos agrícolas tóxicos, según la coordinadora.
Brenco fue fundada en 2006 con un capital de 200 millones de dólares.
La empresa anunció el año pasado que se propone invertir unos 2.000 millones de dólares y alcanzar en el 2015 una producción de 4.000 millones de litros de etanol de caña de azúcar.
Esa cantidad equivale al 20 por ciento de la producción actual de Brasil, principal exportador mundial de este combustible ‘limpio’.
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