El Juzgado de lo Social número 1 de Arrecife ha condenado al Ayuntamiento de la capital a indemnizar con 30.000 euros a un trabajador de la Corporación municipal por haber sido víctima de “acoso” en su ámbito laboral. Al conductor del Ayuntamiento Manuel Viñoly le fue retirada su pala mecánica y se le envió a una nave “sin darle trabajo”. Estuvo de baja por depresión un año.
La sentencia del Juzgado de lo Social, dictada el pasado 20 de febrero, detalla que el trabajo de Viñoly había consistido “siempre” en la conducción de una pala mecánica para la limpieza de solares o la retirada de piedras y arena.
El 22 de agosto de 2005, el Ayuntamiento, siendo alcaldesa María Isabel Déniz y concejal de Obras Luis Morales, le entrega la máquina que conducía “a un operario de la Concejalía de Parques y Jardines sin la categoría de palista”.
Ese mismo día, al trabajador “se le destina a una nave” en el polígono industrial de Altavista II “donde se guardan vehículos”. No se le da más cometido “que realizar recados de forma esporádica en el que fue el primer coche oficial del Ayuntamiento”.
Ese ostracismo se alargó hasta el mes de octubre, cuando el trabajador se ve abocado a una baja laboral, teniendo que recibir “tratamiento psicológico”.
Para el Juzgado ha quedado probado que su situación en el Ayuntamiento le causó un “cuadro ansioso depresivo con ansiedad, insomnio, agresividad, tristeza, apatía” y “temblor” en las “extremidades superiores”.
El trabajador estuvo de baja desde octubre de 2005 hasta mayo de 2007, salvo un breve período de tiempo en el que se incorporó a su puesto a finales de 2006. En diciembre de ese año, sufrió un infarto de miocardio.
Los problemas de Viñoly continuaron cuando cogió el alta médica en mayo de 2007: al volver, se le asignó una pala en “mal estado”, según denunció el comité de empresa del Ayuntamiento ante la Inspección de Trabajo.
Tras una visita de la Inspección de Trabajo el 16 de mayo, el Ayuntamiento restituyó “al trabajador en su puesto” y con la maquinaria “adecuada”.
“Acoso moral”
Para el Juzgado de lo Social ha quedado acreditado el “acoso moral” sufrido por el trabajador del Ayuntamiento de Arrecife, que es empleado de la institución pública desde el año 1988. Su defensa jurídica pidió 50.000 euros de indemnización.
La sentencia destaca que, a pesar de su antigüedad en la ‘empresa’, su historial carece de “quejas, expedientes o sanciones graves o conflictos”. Añade que “sin justificación” ni “explicación” se le dejó “sin ocupación”.
Aparcado “como un coche”
El juez destaca que el trabajador fue acosado no “utilizando” la “fuerza” o la “agresividad”, “sino el polo opuesto, aparcándolo como un coche sin valor ni uso” hasta que se produjera “su baja o su abandono”.
Más detalles
AYUNTAMIENTO. La defensa del Ayuntamiento no aportó “prueba alguna” para intentar “justificar” la “cadena de decisiones adoptadas” que, en cualquier caso, no tienen “justificación alguna”.
OBLIGACIÓN. El juez recalca que el hecho de que la empresa infractora sea una corporación pública “agrava más su conducta por la confianza que se pone en la misma” para “proteger y velar por la legalidad”.
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