Los máximos dirigentes de las grandes empresas mundiales consideran «imprescindible» simplificar el marco regulatorio para incrementar la competitividad y «afrontar con mayores garantías de éxito la desaceleración económica», según el informe ‘Regulate&Corporate’, publicado ayer por Pricewaterhouse Coopers.
Asimismo, los líderes empresariales subrayan que en la situación actual de la economía es «fundamental» una colaboración más estrecha entre empresas y administraciones públicas para encontrar soluciones a los riesgos globales y un equilibro «más razonable» entre regulación y libre mercado.
En este sentido, los presidentes y consejeros delegados aseguran que esa colaboración «es la mejor manera» de preservar la estabilidad de los mercados «que necesita y demanda la sociedad», e indican que el desafío actual es poner en práctica esta cooperación público-privada «de la forma más eficiente, sostenible y exitosa posible».
No obstante, los grandes empresarios reclaman, simultáneamente, «más y menos intervención» de los poderes públicos. Por un lado, piden «más liderazgo» para impulsar y coordinar las actuaciones contra ciertos riesgos de carácter global, para garantizar la libre competencia y defender los derechos de los consumidores. Y, por otro, demandan regulaciones «más simples y eficientes» en áreas como laboral o fiscal, dos marcos que consideran «determinantes» para la competitividad empresarial».
Según el estudio de Pricewaterhouse Coopers, el 90% de los altos ejecutivos españoles considera que el entorno regulatorio es el factor más determinante para abordar las decisiones empresariales, frente al 75% del conjunto de los directivos europeos. Asimismo, la sobrerregulación está percibida por todos ellos como «uno de los tres mayores obstáculos» que tienen que afrontar en su negocio.
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