Transcurrido más de un año desde el inicio del primer confinamiento, los empleados no quieren volver a trabajar como lo hacían antes, según un nuevo estudio de la empresa de identidad Okta, (NASDAQ:OKTA), proveedor líder independiente en gestión de identidades, y Censuswide. El estudio realizado entre más de 10.000 trabajadores de oficina, entre ellos 1.007 en España, concluye que los empleados quieren tener la libertad de definir sus propias preferencias de trabajo después de un año en el que no han tenido más remedio que trabajar desde casa.
Casi cuatro quintas partes de los españoles (79%) están de acuerdo con que se modifique el marco legislativo para que las empresas no puedan obligar a sus empleados a trabajar desde la oficina. Casi la mitad (52%) quiere que se hagan algunas excepciones, como en el caso de los trabajadores de los servicios de emergencia, mientras que el 27% cree que debería prohibirse en todos los casos. Y esto sucede en pleno debate público por toda Europa sobre la regulación del teletrabajo y del derecho a la desconexión, y tras la reciente aprobación del Real Decreto-ley 28/2020, de 22 de septiembre, de trabajo a distancia.
«Muchos españoles, al igual que ocurre en otros países, llevan más de un año siguiendo las recomendaciones públicas y las indicaciones de sus empresas y trabajando desde casa», afirma Samantha Fisher, responsable de Trabajo Dinámico de Okta. «De cara al futuro, está claro que los empleados quieren tener la libertad de trabajar según sus propias condiciones, ya sea volviendo a la oficina, trabajando a distancia o implantando un sistema de trabajo híbrido. Una mayor flexibilidad en las empresas dejaría la elección en manos de los empleados y daría a las organizaciones la oportunidad de llevar a cabo evaluaciones, reevaluar los procesos y habilitar mejores métodos que apoyen el trabajo a través de una estrategia multilocal”,
Cerca del 17% de los empleados españoles quiere trabajar en remoto de forma permanente, cifra superada por los británicos (19%), pero más que sus homólogos europeos, por encima de los Países Bajos (12%), Suiza (14%) y Francia (15%). El 43% de los españoles desea además un enfoque híbrido, pasando algunos días en la oficina y otros en casa.
Aunque los trabajadores tienen preferencias individuales, éstas no coinciden necesariamente con lo que creen que aplicará su empresa. Casi la mitad de los empleados españoles (45%) espera que su empresa ofrezca flexibilidad cuando las restricciones sean menores. Sin embargo, más de un tercio (39%) cree que su empresa les exigirá que vayan a la oficina a tiempo completo, y el 13% dice que su empresa no ha hablado de la flexibilidad en el lugar de trabajo para cuando las restricciones disminuyan.
Preparar el lugar de trabajo para un mundo nuevo
Para aquellos que se disponen a volver a la oficina, las empresas se enfrentan al reto adicional de garantizar que las oficinas estén totalmente preparado. El 40% de los españoles afirma que se sentiría más seguro al volver a la oficina si se adoptaran medidas de distanciamiento social, como mesas espaciadas, pantallas entre las cabinas y pasillos de un solo sentido.
Otras medidas que ayudarían a los trabajadores a sentirse seguros son:
● Un número reducido de personas en la oficina (38%)
● Tecnología segura, como teléfonos que ayuden a mantener el distanciamiento social (26%)
● Llevar obligatoriamente una mascarilla (35%)
● La posibilidad de ir a la oficina más temprano o más tarde para evitar la hora punta en los desplazamientos (19%)
El 21% de los empleados también está a favor de los pasaportes de vacunación obligatorios, mientras que el 15% apoya los pasaportes de vacunación voluntarios. Se prevé que estos certificados desempeñen un papel importante para permitir los viajes internacionales, y se está debatiendo si también pudieran ayudar a reabrir los espacios de trabajo.
«Las empresas deben escuchar las preferencias de los empleados y aplicar los cambios necesarios para apoyarlos, independientemente de dónde trabajen», comenta Fisher. «Si el personal quiere volver, el lugar de trabajo debe estar totalmente preparado con medidas de seguridad. Si quieren trabajar en otro sitio, tiene que haber suficiente tecnología para apoyarlo. En este nuevo mundo del trabajo, los empleados llevan la voz cantante. La ubicación ya no es una prioridad, por lo que el talento elegirá trabajar donde mejor se adapte a sus necesidades, o cambiará de puesto o de empresa».
Las soluciones de seguridad actuales siguen en marcha
Además de los preparativos físicos de las oficinas, las empresas todavía tienen trabajo que hacer en lo que respecta a la seguridad.
Casi un tercio (29%) de los trabajadores españoles admiten que siguen utilizando contraseñas como única medida de seguridad para protegerse de las amenazas. El Reino Unido encabeza la lista, con el 39%, muy por encima de los Países Bajos (23%), Suecia (29%), Suiza (32%) y Francia (32%). Casi la mitad (49%) también admite utilizar una VPN y el 25% utiliza la autenticación multifactor (MFA). El 13% no sabe si su empresa cuenta con medidas de seguridad.
«Aunque es positivo que un importante número de empleados españoles utilicen tecnologías como la MFA para protegerse, el hecho de que muchos sigan utilizando únicamente contraseñas, o tecnologías obsoletas como las VPN, indica que las medidas de seguridad deben mejorar», añade Ian Lowe, director de Soluciones Industriales para EMEA de Okta. «Al inicio de la pandemia, las empresas tuvieron que dar un giro rápido al trabajo remoto y adoptar soluciones a corto plazo para protegerse. Ahora, un año después, muchas de estas medidas siguen vigentes. Un modelo de trabajo híbrido de éxito y seguro requiere la consolidación de todos los aspectos de las TI. Para lograrlo, las organizaciones necesitan flexibilidad en la tecnología que utilizan y un enfoque estratégico sobre la forma en que gestionan el acceso de los empleados a los datos y la información de la empresa, estén donde estén. Porque una cosa es segura: nada volverá a ser como antes».
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