El día 28 de Enero, se celebra el Día Europeo de la Protección de Datos, una iniciativa que surgió con el fin de que todos los ciudadanos europeos conocieran los derechos y las responsabilidades que están detrás de la confidencialidad de los datos personales.
Desde la entrada en vigor del nuevo RGPD, el grado de cumplimiento ha ido en aumento hasta llegar a día de hoy en el que aún queda margen de mejora como así se recoge en un informe elaborado por Fellowes, especialistas en filtros de privacidad y destructoras. Dicho informe destaca que a día de hoy, y desde que las empresas conocen sus obligaciones en materia de protección y seguridad de datos personales, apenas el 11% de los trabajadores españoles no cumplen con las normas establecidas en el Reglamento. A pesar de ello mantiene la tendencia de los dos últimos años en el grado de cumplimiento, siendo mejor que el de la media europea que sitúa en un 17% los trabajadores que no lo cumplen con total exigencia.
El Día Europeo de la Protección de Datos sirve también para dar a conocer más en profundidad los estamentos y la normativa que vela por la seguridad, como es el caso a nivel nacional de la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos) que se encarga de su protección por medio de la LOPD y del derecho del usuario a ejercer los derechos ARCO (Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición).
Las empresas tienen mayor número de responsabilidades y obligaciones en relación a la protección de información personal y de carácter confidencial. En sus procesos la gran mayoría ya han incorporado medidas técnicas y organizativas que les permiten asegurar el correcto tratamiento de los datos. Por ejemplo, todo lo relacionado con la eliminación o destrucción de los mismos. No basta solo con la limpieza de servidores informáticos sino que de forma analógica las destructoras de papel cumplen también con la función de eliminar datos que podrían acabar en manos de terceros sin permiso.
Entre las infracciones que se cometen más a menudo, según indica el informe de Fellowes, destacan la divulgación no autorizada, el acceso a datos de carácter personal, la modificación y la destrucción parcial o pérdida de los mismos.
El uso de filtros de privacidad en los monitores tanto en empresas del sector público como del sector privado evita que las miradas de terceros memoricen información confidencial, siendo una importante herramienta de ayuda en el cumplimiento del RGPD.
Finalmente también el Día Europeo de la Protección de Datos sirve para recordar a las empresas sus obligaciones en el celo y cuidado de la información con multas que pueden llegar a suponer los 20 millones de euros (la máxima) o el 4% del volumen total de negocio por distintas brechas de seguridad. Con la consiguiente pérdida de reputación, además.
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