El sector jurídico, al igual que el resto de áreas de la sociedad, utiliza la innovación para avanzar con paso firme hacia un futuro más tecnológico. Sin embargo, entre la necesidad de innovación y la realidad de implantación, existe todavía una gran barrera.
Un tema primordial que analiza la nueva edición de Conversaciones en la Azotea de Lefebvre: Barreras que ralentizan la innovación y cómo superarlas. Para profundizar en esta cuestión, Lefebvre ha contado con los conocimientos y las opiniones de expertos como Inmaculada Castelló, socia de Pinsent Masons, Carlos Álvarez, Chief Digital Officer de Gómez Acebo y Pombo; y Eugenia Navarro, profesora de ESADE y CEO de Tama Projects, como moderadora.
Para Inmaculada Castelló las dificultades para trasladar el modelo de innovación desde Europa hasta España, radican en los procesos de selección de personal con las habilidades correctas y en la necesidad de formación en los procesos. Castelló afirma que “la innovación es fácilmente trasladable al mercado jurídico español aunque si la entendemos como un conjunto de personas con habilidades determinadas, procesos y herramientas tecnológicas, será necesario encontrar a esas personas con habilidades y formarlas en los procesos”.
Recursos económicos, herramientas y personal cualificado
La cuestión económica tiene también una gran importancia en los procesos de innovación. En esta línea, Eugenia Navarro plantea si es posible innovar sin incurrir en costes y si resulta rentable para las empresas.
A este respecto, Inmaculada Castelló, defiende el uso de instrumentos externos en las múltiples formas de innovar. “Se pueden licenciar herramientas, lo que tiene un coste mucho menor, y, por otro lado, en España hay un ecosistema de startups que buscan partners con quienes desarrollar y mejorar sus herramientas, y eso es otra forma de innovar”, según la experta.
A la cuestión planteada por Eugenia Navarro sobre la necesidad de personal cualificado y las herramientas innovadoras utilizadas en los despachos a los que pertenecen, la respuesta de Inmaculada Castelló es inmediata: “en este momento donde se prestan servicios jurídicos complejos, los despachos no tienen que tener miedo a incorporar perfiles muy distintos”
Por su parte, Carlos Álvarez explica que “el tiempo dedicado por un abogado es clave para la innovación porque sin ese conocimiento profundo es muy difícil llegar a innovaciones deductivas, […], la gran barrera es conseguir sacarles de su día a día para que, durante los meses que puede durar un ciclo de innovación, estén dedicados al proyecto”.
Medir el retorno de la innovación
La posibilidad de medir el retorno de la innovación es otra de las inquietudes que afecta a los profesionales del sector legal. Castelló mantiene que “el abogado se tiene que sentir cómodo utilizando la nueva herramienta y que no le sea más fácil hacer el trabajo de otra forma y por su parte, el cliente tiene que encontrarla útil para el fin que persigue”
Por último, en el debate se apunta al miedo al fracaso como otra de las barreras para la innovación en nuestro país. Carlos Álvarez coincide con Eugenia Navarro y reconoce que “las empresas más exitosas del mundo son precisamente las más innovadoras. Los estudios hablan de una relación muy clara entre innovación y beneficios de las empresas, sin embargo, es verdad que en España tenemos todavía ese punto de resistencia a las inversiones y a dedicar tiempo a la innovación”.
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