Si por algo ha estado marcada la actualidad en estas semanas desde el punto de vista laboral ha sido por dos aspectos. El primero, es el incremento del salario mínimo interprofesional que llegará a los 900 euros y se sumará a otras fórmulas financieras de aumento de sueldo como planes de ahorro donde el Depósito Facto puede ser un ejemplo, planes de pensiones pensando en el futuro o, simplemente, eficiencia en los gastos fijos y corrientes.
En este sentido, el aumento del salario mínimo interprofesional supone un avance para los trabajadores, sobre todo los que comienzan, pero, de alguna manera habrá que aumentar los sueldos medios, que tras el pasar de las vacas gordas, se quedaron mucho más bajos de lo que deberían.
De hecho, la llamada “generación más preparada” no ha vivido esa época de vacas gordas de las que la generación precedente habla y, desde que empezara su andadura profesional, ha sumado pequeños aumentos como pequeñas victorias y ha elegido otras fórmulas que le hicieran tener mayor sueldo al mes.
El segundo tema del que se está hablando estas semanas y que también estará encima de la mesa durante largo tiempo, en la del bar y en la de la oficina, es la equiparación de bajas de maternidad y paternidad, algo que sigue sin poner de acuerdo a muchos hombres y a muchas mujeres en el objetivo último de la medida, que es lograr la igualdad real y efectiva de género en todos los aspectos que rodean al hogar y a la familia.
Volviendo al tema de los sueldos, que también tiene que ver con la familia y el hogar porque, al fin y al cabo, es el sustento y lo que permite a los integrantes poder vivir mejor o peor, como ya se ha señalado, aparte del salario base, muchas personas trabajadoras buscan complementos que les hagan aumentar su mensualidad y/ o que hagan crecer el dinero restante a final de mes.
A continuación, recogeremos 6 consejos encaminados a conseguirlo:
1. No desperdiciar los tickets para la comida. Muchas empresas dan a sus trabajadores vales que se pueden canjear, fundamentalmente, por comidas, aunque existen ya algunos negocios alimentarios en los que también se pueden canjear por productos. Forman parte, de alguna manera, del salario, por lo que no hay que despreciarlo, ni olvidarlo ni dejar de gastarlos al estar vinculados también a una fecha de caducidad.
2. Depósito de ahorro con rentabilidad. Como se mencionaba anteriormente, existen en el mercado depósitos en los que se puede obtener hasta un 1,20 % de TAE* (1,20 % TIN). Este es el caso de la última promoción del Depósito Facto a 6 meses, que dura hasta el día 30 de octubre de 2018 y que permite ganar unos intereses brutos de 59,84 euros con una imposición de 10.000 euros, 299,18 euros de intereses brutos si depositas 50.000 euros o 598,36 euros para imposiciones de 100.000 euros. Algo que suena bastante bien y que puede suponer un interesante complemento del sueldo de la persona. Un producto de ahorro ideal para inversores conservadores, que quieran huir del riesgo y busquen una rentabilidad fija y periódica a lo largo del tiempo. Además, el Depósito Facto está protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos italiano, que asegura hasta 100.000 euros por titularidad y entidad.
3. Conseguir los bonus. Muchas compañías, sobre todo las grandes, cuentan con una especie de premio o complemento salarial que está íntimamente relacionado con la productividad y la consecución de objetivos y que se materializa en forma de bonus a final de año. Hay que conseguirlo.
4. Algo tan sencillo como ir al trabajo con un compañero (o varios) que vivan cerca y compartir los gastos de la gasolina hace también poder aumentar el sueldo mensual con importes que se dejan de gastar de forma innecesaria ,– aparte de la variable medioambiental y de ahorro de tiempo en atascos de la que se beneficia toda la sociedad.
5. Eficiencia en gastos. Este último consejo está unido al anterior. No se trata de conseguir sumar el sueldo, si no de poder estirarlo para que se pueda ahorrar algo a mitad de mes. Tener claro en qué se gasta el dinero, buscar otras alternativas más económicas a servicios como la electricidad, la telefonía o las marcas de los alimentos que se compran, puede ayudar a generar importantes ahorros y a aumentar el salario disponible.
En este sentido, España, a diferencia de sus vecinos europeos, tiene una capacidad de ahorro muy baja, sólo por detrás de Grecia y Portugal, habiendo llegado a máximos de ahorro durante la crisis económica, por precaución y preocupación.
Un estudio de FEDEA (la Fundación de Estudios de Economía Aplicada) afirmaba que el 40% de los españoles no tenía ninguna capacidad de ahorro, fundamentalmente personas jóvenes y hogares monoparentales.
Encontrar fórmulas de ahorro o maneras de hacer crecer el sueldo sin que, necesariamente, haya un aumento por parte de la compañía, es una buena estrategia para, también, hacer frente a posibles imprevistos.
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